Ciudad de México. El Banco Mundial revisó al alza el crecimiento para México, pero lo dejó lejos de lo estimado por las instituciones mexicanas. El organismo prevé que la economía mexicana avance 5 por ciento este año y 3 por ciento al siguiente.
Ambos estimados aumentaron respecto a las revisiones previas, pero distan de 6 por ciento previsto para este año por el Banco de México y 6.5 por ciento anunciado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
“Se espera que la industria manufacturera, pero también el sector de servicios, se beneficie de una mayor demanda de exportaciones asociada con un sólido crecimiento en Estados Unidos, que recibe cuatro quintas partes de las exportaciones de México”, abundó el organismo.
Luego de una caída de 8.3 por ciento el año pasado, según el modelo del Banco Mundial, y el rebote de este año, se prevé que el crecimiento se suavizará a 3 por ciento en 2022 “a medida que se desvanezca el impulso fiscal en Estados Unidos, pero la demanda interna se vea respaldada por la creciente cobertura de vacunación contra Covid-19”.
Para la economía mundial, el organismo estima una expansión de 5.6 por ciento, el mayor ritmo posterior a una recesión en 80 años. Explicó que este avance se deberá, “en gran medida, al fuerte repunte de algunas de las principales economías”, mientras muchos mercados emergentes y economías en desarrollo continúan luchando contra la pandemia y sus consecuencias.
El Banco Mundial detalló que pese a la reactivación, al cierre del año la producción mundial será 2 por ciento inferior a lo que se proyectaba antes de la pandemia y las pérdidas de ingresos per cápita en 2022 no se habrán revertido en aproximadamente dos tercios de los mercados emergentes y economías en desarrollo.
Agregó que la recesión mundial de 2020 provocó la menor caída de la inflación y el aumento posterior de la inflación más veloz de las últimas cinco recesiones mundiales. Sin embargo, se prevé que continúe dentro de los rangos objetivo en la mayoría de los países que tienen estas directrices.
“Una inflación más alta a nivel mundial podría complicar las elecciones de políticas en los mercados emergentes y las economías en desarrollo en los próximos meses, ya que algunas de estas economías aún dependen de medidas de apoyo expansionistas para asegurarse una recuperación perdurable”, sostuvo Ayhan Kose, director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial.
“Salvo que se aborden los riesgos que implica tener niveles de endeudamiento récord, estas economías siguen siendo vulnerables a las tensiones de los mercados financieros si la confianza de los inversionistas respecto a los riesgos se deteriorara debido a las presiones de la inflación en las economías avanzadas”, abundó.
El organismo también señaló que el aumento en los precios de los alimentos y la aceleración de la inflación agregada pueden sumarse a los problemas relacionados con la inseguridad alimentaria en los países de ingreso bajo.