El retroceso de Morena en la Ciudad de México en la elección del domingo se debe a que en esta urbe gozan de mayor influencia las campañas de desprestigio, el bombardeo de los medios de comunicación y se resiente más la guerra sucia, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador. A su vez, la jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum Pardo, expresó que dicha campaña tuvo mayor impacto en ciertos sectores de la sociedad y advirtió: “No vamos a permitir que regrese la corrupción.
“Aquí es donde (la información) sí aturde y confunde, es propaganda día y noche en contra”, señaló el jefe del Ejecutivo federal, quien si bien admitió que la caída tiene varios factores –“y hay que aceptarlos como son”–, recomendó a su partido trabajar más con la gente, “ir a fondo, a fondo, a fondo” en las zonas más pobres y con las clases medias, como él hizo hace 21 años, cuando compitió por la jefatura de Gobierno capitalino, en medio de la ola foxista de aquel entonces.
“Pero ¿por qué salgo adelante o por qué gané? Porque si analizan quiénes votaron por mí, fue la gente pobre, la gente humilde. Entonces, ahora es lo mismo, para mí es un orgullo que la gente más humilde apoye el programa de transformación”. Más adelante dijo que por eso simpatiza con el papa Francisco, porque sabe cómo las jerarquías, colmadas de privilegios, se olvidan del pueblo.
Con el retroceso morenista en la Ciudad de México, con la pérdida de varias alcaldías, López Obrador pidió mirar lo que pasó en 20 entidades del país, marcadamente las del sur y hasta el estado de México, donde mayoritariamente “ganó el movimiento de la transformación”.
Sin embargo, reconoció la dificultad de cambiar al que ya tiene mentalidad aspiracionista y se vuelve egoísta, clasista –incluso si viene de abajo–, se convierte en ladino, en racista y absorbe todas las ideas conservadoras, como la de que hay pobreza porque el pueblo no trabaja y es ignorante. Entonces, agregó, escuchan a comentaristas y refrendan esas ideas. “Pues ahora sí que ¿qué podemos hacer?, que sigan su camino”.
–¿Qué le va a cambiar a la 4T?, ¿algo que le vaya a aumentar?, se le preguntó en la mañanera.
–Reafirmar nuestro compromiso con el pueblo y en especial con los pobres. Más apoyo a los pobres, siempre a los pobres. ¿Qué sigue? El pueblo, más pueblo, todo el pueblo que sea necesario, seguir sacudiendo conciencias, zarandeando para que despierte.
Un reportero le preguntó si “no sintió feo” la pérdida de la alcaldía Cuauhtémoc, porque ahí está, por ejemplo, Palacio Nacional. “No, ya se ha perdido en otras épocas”, dijo, aunque “con mucho orgullo ganamos en la casilla donde voté”, dijo al tiempo que soltó una carcajada.
Más tarde, Sheinbaum Pardo expresó que si bien se deben analizar los resultados electorales a la luz de lo que se hace en el gobierno, insistió en que un elemento sustantivo de las posiciones que perdió su partido fue la campaña de desprestigio permanente, que influyó en ciertos sectores de la población.
Por ello, dijo tras poner en operación la ampliación de la línea 4 del Metrobús, que va de Hidalgo a Pantitlán, se debe continuar impulsando la transformación del país, que significa más democracia, libertades y la posibilidad de que los más pobres tengan acceso a los derechos humanos.
Manifestó que hay una gran aceptación de muchas de las acciones que ha realizado su administración y enfatizó que no va a regresar la corrupción a la ciudad, por lo que “vamos a trabajar con todos, pero siempre cuidando que haya honestidad en el ejercicio de los encargos públicos”.
Al preguntarle si su afirmación tiene que ver con la llegada de los nuevos alcaldes de la alianza PAN, PRI y PRD, manifestó que “nada mas hay que revisar la historia de estos partidos; por eso decimos: “no va a regresar la corrupción a la ciudad”. Subrayó que habrá gobernabilidad en la ciudad y se tendrá una buena relación con todas las alcaldías y el Congreso.