Ciudad de México. Integrantes de Organización de Derechos Humanos Red Solidaria Década Contra la Impunidad, coincidieron en que a 23 años de la masacre de El Charco, perpetrada por militares en el municipio de Ayutla de los Libres, Guerrero, el caso sigue impune ya que no se ha castigado a los responsables.
Por ello pidieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), quien admitió el caso, “emita lo más pronto posible un informe de fondo para que obligue al Estado mexicano rendir cuentas”.
Efrén Cortes Chávez, sobreviviente de la masacre, dijo que buscar justicia en México “es muy difícil, ya que el régimen se hizo para proteger las violaciones de los derechos humanos y en este caso está implicado el ejército mexicano. A 23 años se sigue buscando justicia”.
El obispo veterocatólico Óscar Pérez Solano, reiteró que a pesar de que han pasado 23 años “este caso causa todavía dolor, conmoción y un espíritu de lucha de enfrentar a la adversidad y desgracia y a la mano opresora. La mano que ha lastimado a una sociedad, debe ser castigado, se tiene que seguir buscando esos caminos de justicia”.
Dijo que “no puede haber perdón si no hay justicia y esos es lo que estamos buscando, que haya primero justicia, que haya enjuiciamiento de las personas que mataron, asesinaron, torturaron a los compañeros de El Charco, y después de que haya esa justicia, ahora sí tengan esa subsanación y venga ese perdón, pero, primero, esa justicia que nos pueda dar una certeza de que realmente los mecanismos de justicia en México sí funcionan y sirven.
Por su parte, Fray Julián Cruzalta Aguirre, teólogo y asesor de la red, manifestó que las investigaciones y sanciones a las violaciones de los derechos humanos a las víctimas de El Charco, no queden impunes pues es un tema que además de los sobrevivientes, “afecta a la sociedad mexicana en su conjunto, es un daño al país. La impunidad propicia la repetición crónica de las violaciones de los derechos humanos y la total indefensión de víctimas y sus familiares”.