El Banco de México (BdeM) advirtió de la exposición a un mayor riesgo soberano, el cual tendrá repercusiones sobre las condiciones financieras del país; es decir, un mayor costo de financiamiento para el gobierno y para las empresas.
Según el extracto que incluyó el banco central en el último informe trimestral de inflación, Relación entre riesgo soberano en México y la pendiente de la curva de rendimientos en Estados Unidos, las primas de riesgo soberano pueden ser afectadas por factores tanto globales como idiosincrásicos.
“La posibilidad de que haya episodios adicionales de incrementos significativos en las tasas de interés de mayor plazo en Estados Unidos amerita el análisis de sus posibles repercusiones sobre el riesgo soberano de México”, afirmó.
La prima de riesgo que los inversionistas exigen para participar en México, medido por el índice de bonos de mercados emergentes (EMBI+) de JP Morgan, se ubicó el viernes en 196 puntos base, tres unidades abajo del cierre de diciembre.
El 8 de marzo, la prima de riesgo de México alcanzó su nivel más alto del año, en 233 puntos base; mientras los bonos del Tesoro de Estados Unidos alcanzaron una tasa de 1.6350 por ciento; después llegaron a la cota máxima de 1.7320 por ciento el 15 de marzo pasado.
Las tasas de interés de largo plazo en Estados Unidos se consideran indicadores de las condiciones financieras internacionales y del costo del financiamiento global.
La evidencia empírica sugiere que los periodos en los que se registran incrementos en las tasas de mayor plazo en Estados Unidos, y un empinamiento en la curva de rendimientos de ese país, tienden a conducir a un aumento en el riesgo soberano y, en general, en las tasas de largo plazo en México, explicó el BdeM en su análisis.
“El alza relativa en las tasas de interés de largo plazo en Estados Unidos puede contribuir a un alza en el costo del financiamiento, mayor volatilidad financiera y depreciación del peso mexicano, lo que hace subir la probabilidad de impago”.
Se anticipa una recuperación vigorosa de la economía estadunidense, pero persiste incertidumbre sobre un repunte de la inflación mayor al previsto, lo que afectaría las tasas de interés de mayor plazo, con repercusiones sobre las condiciones financieras del país, incluido el riesgo soberano.