El grito que un día el ex directivo Héctor González Iñárritu defendió a capa y espada ante la FIFA se volvió un dolor de cabeza. Aparentemente está controlado en el estadio Azteca, pero en la casa favorita del Tri, la principal y más redituable: Estados Unidos, se escucha a todo pulmón, ya sean en Dallas, California, Denver o donde se presente el equipo dirigido por Gerardo Tata Martino, que en cuanto a espectáculo y desempeño ha quedado a deber.
Ni de lejos el equipo tricolor desquita lo que recauda en aquel país. Antes se decía que la afición de origen mexicano era capaz de consumir cualquier partido molero que le llevaran; acudía fiel y presurosa a los estadios acuciada por la nostalgia, pero de plano le dan gato por liebre. A Martino y sus muchachos les falta decoro, jugar en serio, brindarse a la tribuna con garra y entusiasmo.
Martino toma el camino fácil y cómodo, dijo el sábado que no pueden hacer nada más para acallar el clamor de eh puto. ¡Claro que pueden!, les pagan por entretener a la gente en esos torneos inventados, sacados de la manga, en los que, como precisó el portero Guillermo Ochoa, no se juegan nada; bueno, pues a devengar haciendo lo que supuestamente mejor saben, por algo son seleccionados nacionales.
El Tri tiene talento para hacer algo más digno que ver a esas masas con un signo de dólares en la frente. Los federativos y, sobre todo el técnico, tendrían que dejarse de caprichos y enemistades y complacer al respetable para dar validez a la máxima de “el que paga manda”. Si la gente quiere ver a Javier Chicharito Hernández o a Carlos Vela, pues lo imperioso sería convocarlos. Sumar y dejar de restar.
No es ocioso que los equipos angelinos LAFC y Galaxy hayan contratado a Vela y Hernández. Ambos son garantía, imán de taquilla. Por ahora el nacido en Cancún busca recuperar su mejor forma tras la lesión sufrida en la fecha 1 y por “un tema de Covid”, mientras que el tapatío, quien fue una sombra el torneo anterior, brilla con goles y fue nombrado jugador del mes en la MLS, pero aun así es desdeñado por el Tata.
Patéticos resultaron el primer tiempo frente a Islandia y el ensayo ante Costa Rica. Martino minimizó a los ticos y tuvo que dejar el pase a la final de la Nations League en manos de la benévola fortuna... El Tri representa el ingreso principal de la Federación Mexicana de Futbol y le debe su sustento al público de Estados Unidos; el mejor pago sería dejarlos arrobados, mudos (sin el eh puto) mediante un brillante desempeño.
A la Sub-23 también le falta poder ofensivo, ante Rumania se vio endeble. El equipo de Jaime Lozano está en una carrera contrarreloj, en la que las comparaciones con el equipo que comandó Luis Fernando Tena en Londres 2012 lo dejan en desventaja, a estas alturas ya debería contar el técnico con al menos 80 por ciento de su plantel. Pero la justa de Tokio tampoco ofrece un panorama normal, así que todo es posible.
Semana de festejos y felicitaciones más que merecidas para La Máquina, que se quitó una loza de encima con la conquista del título de liga y encontró a su líder moral no en la vieja o nueva directiva, sino en Enrique Meza, ex jugador y cuatro veces estratega cementero. Hasta él acudió el técnico Juan Reynoso para obsequiarle la medalla de campeón, convencido de que el Ojitos Meza sería la única persona que aquilataría en toda su dimensión el logro.
No menos vibrante resultó el triunfo de las Tigrillas de la UANL, equipo de época. Aunque las Chivas buscaron hacer decorosa su derrota, nada pudieron hacer para impedir que Stephany Mayor comandara a las felinas hacia el bicampeonato. Es hora de que los otros equipos reaccionen, antes de que las dirigidas por Roberto Medina tomen mayor ventaja. Nadie como ellas supo aprovechar la apertura a las méxico-estadunidenses y ahora podrán echar mano de dos extranjeras.
Se cocinan transferencias hacia el Apertura 2021, pero ningún refuerzo parece opacar la adquisición de Florian Thauvin, quien se reportará esta semana con Miguel Herrera, técnico de los Tigres que ya echó mano de un puñado de jugadores de fuerzas básicas hacia la pretemporada. Ricardo Ferretti sigue destilando enojo, no obstante, ya tiene trinchera para darse la revancha, ahora con Ciudad Juárez.