Hong Kong. El parque Victoria de Hong Kong, donde cada 4 de junio se celebraban concentraciones multitudinarias para recordar la represión de la plaza Tiananmen en China, estuvo ayer vacío por primera vez en 32 años.
Los accesos al lugar fueron bloqueados por la policía, que impidió la reunión de personas y la vigilia de las velas, organizada cada año al caer la noche. Las autoridades recordaron que participar en una manifestación no autorizada se castiga con cinco años de cárcel. También advirtieron que quienes se reúnan para conmemorar Tiananmen podrían infringir la ley por subversión.
La noche del 3 al 4 de junio de 1989, el ejército chino reprimió siete semanas de manifestaciones estudiantiles en la plaza Tiananmen, en el centro de Pekín, y hubo cientos de muertos, tal vez mil.
Es el segundo año en que se prohibió la vigilia y la primera vez en que se tomaron medidas para que nadie acudiera al parque, para lo cual se movilizaron 7 mil policías. Ante la restricción para reunirse, los ciudadanos recordaron la fecha de diversas maneras, entre ellas encendiendo las linternas de sus teléfonos móviles al mismo tiempo en el lugar en el que estaban.
Las autoridades de Hong Kong prohibieron la vigilia de 2021 invocando, como el año pasado, la pandemia de coronavirus, pese a que la ciudad no ha registrado casos de transmisión local de origen desconocido en más de un mes.
Tras la prohibición, la Alianza de Hong Kong, que organiza la vigilia con velas que se celebra cada 4 de junio en el parque Victoria, anunció que ésta no se celebraría. Sin embargo, Chow Hang-tung, una de las vicepresidentas de la alianza, dijo a la prensa que tenía previsto visitar el parque.
La policía de Hong Kong detuvo ayer a Chow y un hombre de 20 años por sospechas de promover una reunión ilegal por redes sociales.
Durante décadas, Hong Kong y Macao fueron los únicos lugares de China donde se conmemoraba el aniversario de la matanza de la plaza de Tiananmen en Pekín a manos de militares chinos.
El año pasado, la policía observó sin intervenir cómo miles de personas se reunían pacíficamente para la vigilia ilegal en el lugar. Algunos organizadores fueron condenados a penas de cárcel. Hasta ahora, más de 100 opositores fueron detenidos en virtud de la ley seguridad, que puede acarrear una pena de cadena perpetua.
En Pekín, la seguridad era ayer estricta en la plaza de Tiananmen, con la policía controlando las fichas de identidad en cada punto de acceso.
El secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, pidió ayer a Pekín que proporcione un balance humano de los hechos. Unas horas más tarde, el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, reiteró que su país “sacó hace mucho tiempo una conclusión muy clara” en relación con “los disturbios de finales de la década de 1980” y pidió a Washington que “enfrente sus propios y serios problemas de derechos humanos”.