JBS, el productor de carne más grande del mundo, reportó el jueves que todas sus instalaciones globales están en pleno funcionamiento después de que un “ciberataque criminal” el 30 de mayo suspendiera gran parte de sus operaciones en Estados Unidos y Australia.
JBS USA y su unidad Pilgrim’s Pride pudieron limitar la pérdida a menos de un día de producción, dijo la compañía en un comunicado.
La Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) atribuyó el ataque a REvil, un grupo de hackers que opera en Rusia y que ha llevado a cabo algunas de las extorsiones con ransomware (se pide un pago por habilitar los sistemas) más grandes de las que se tenga registro en meses recientes.
El mismo jueves la Casa Blanca advirtió a los ejecutivos corporativos y líderes empresariales que intensifiquen las medidas de seguridad para protegerse contra los ciberataques.
Ha habido un aumento significativo en la frecuencia y el tamaño de los ataques de ransomware, dijo en una carta Anne Neuberger, asesora de ciberseguridad del Consejo de Seguridad Nacional.
“Las amenazas son graves y van en aumento. Les instamos a tomar medidas críticas para proteger a sus organizaciones y al público estadunidense”, señaló.
El presidente Joe Biden señaló que está estudiando la posibilidad de tomar represalias contra el gobierno ruso por el ciberataque registrado contra JBS. El asunto “se está estudiando exhaustivamente”, aseguró.
El miércoles la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, mencionó que se espera que el ataque a la empresa JBS sea discutido en una cumbre con el presidente ruso Vladimir Putin a mediados de junio.