El ahorro de los mexicanos en productos bancarios se contrajo en abril, después de registrar incrementos el año pasado, en un momento en que la economía nacional se recupera de la crisis que generó la pandemia de Covid-19, revelan cifras oficiales.
El saldo de la captación bancaria –el ahorro depositado en la banca– se situó en 6 billones 623 mil 779 millones de pesos en abril, 10.1 por ciento menor en términos reales con respecto a los 6 billones 943 mil 211 millones reportados en el mismo mes de 2020, reportó la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
En abril de 2020, primer mes de confinamiento para enfrentar la pandemia de covid-19, la captación bancaria crecía a un ritmo de 15.2 por ciento respecto de igual mes de 2019.
La captación es el ahorro de las personas en instrumentos como pagarés, depósitos, cuentas de cheques o bonos bancarios. Es el principal medio por el que las instituciones de crédito obtienen recursos.
El menor ahorro de las personas en este tipo de instrumentos, explicó César Salazar, investigador de la UNAM, se debe a que los mexicanos hoy tienen una menor incertidumbre sobre la situación económica y empiezan a disponer de los ahorros a plazos fijos que generan menores rendimientos.
Según las cifras oficiales, el saldo de la captación en depósitos de exigibilidad inmediata llegó a 4 billones 258 mil millones de pesos en abril pasado, un aumento de 1.5 por ciento con respecto a igual mes de 2020. Estos recursos contribuyen con 64.3 por ciento del saldo total de la captación. Hace un año crecían a un ritmo de 16.5 por ciento.
La CNBV detalló que la disminución anual de la captación total se explicó, principalmente, porque hace un año las personas comenzaron a hacer más depósitos como una medida precautoria para hacer frente a la crisis de Covid-19.
“En abril y mayo de 2020 la captación total creció 15.2 y 13.2 por ciento, respectivamente, para desacelerarse a partir de junio y volverse negativo en marzo de 2021”, enfatizó la CNBV.
En ello coincidió César Salazar de la UNAM, pues argumentó que, hace un año había incertidumbre en el país y los mexicanos desconocían lo que iba a ocurrir, lo que causó un “efecto sicológico y los depósitos aumentaron”.
“Hoy el tiempo se modifica, ya tenemos una mejor dinámica económica, la expectativa no es rebotar a todo lo que perdimos, pero incluso los informes del Banco de México ya demuestran un mayor optimismo, se ve un mejor panorama a mediano plazo”, señaló.
Sin embargo, el especialista de la UNAM comentó que las tasas de rendimiento que dan estos productos también han provocado que ahora la población prefiera sacarlos y realizar algunos gastos.
“Hay que dejar claro que aún hay poca actividad financiera, tendremos un efecto estadístico de mucho rebote, pero en sí la actividad económica no está bien. Hay una menor incertidumbre, las personas se empiezan a deshacer de los plazos fijos y comienzan a tener una dinámica de mayores gastos”, comentó en entrevista.
En general, las instituciones bancarias ofrecen un rendimiento promedio de cuatro a cinco por ciento en instrumentos de captación, por montos superiores a dos mil pesos y por lapsos de 180 días en adelante.
Así, el saldo de la captación a plazo en abril se situó en marzo en un billón 408 mil millones de pesos, lo que representó una reducción de 17 por ciento con respecto a igual mes de 2020. Hace un año, el segmento crecía a un ritmo de 7 por ciento.