El precio de la mezcla mexicana de exportación subió 63 centavos y llegó a 66.08 dólares el barril, informó Petróleos Mexicanos (Pemex).
Se trata de la mejor cotización para el crudo mexicano en 31 meses, es decir, desde el 5 de noviembre de 2018, cuando cerró en 67.04 dólares el barril, de acuerdo con los precios publicados por Pemex.
En la semana, la mezcla logró retornar a los mejores niveles previos a la pandemia de Covid-19 y terminó con una ventaja de 2.42 dólares (3.80 por ciento).
Con ello, el precio del barril del hidrocarburo mexicano supera en más de 50 por ciento el precio de 42 dólares fijado en la Ley de Ingresos de este año, lo que favorece las finanzas públicas, ya que por cada dólar de aumento en el precio del barril, se percibe casi un millón de dólares adicionales.
El crudo mexicano escaló a la par de los referentes internacionales, el crudo Brent (de referencia en Europa) subió 58 centavos a 71.89 dólares el barril, tras tocar 72.17 dólares, su máximo desde mayo de 2019.
El West Texas Intermediate (WTI) de Estados Unidos ganó 81 centavos a 69.62 dólares. Su máximo de sesión fue de 69.76 dólares, un techo desde octubre de 2018.
Los precios subieron después de que las empresas estadunidenses redujeran esta semana la cantidad de plataformas de petróleo y gas natural activas por primera vez en seis semanas, según datos de la firma de servicios Baker Hughes.
En la sesión el petróleo amplió sus alzas después de que datos mostraron que las nóminas no agrícolas en Estados Unidos aumentaron en 559 mil en mayo. El dólar bajó tras el informe, abaratando el precio del crudo para tenedores de otras monedas.
En la semana, el WTI avanzó cerca de 5 por ciento y el Brent alrededor de 3 por ciento, impulsados por la disciplina de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) para controlar el bombeo y a que la recuperación de la demanda contrarrestaron las preocupaciones sobre una dispar campaña de vacunación a nivel global.
Los precios del hidrocarburo también fueron impulsados en la semana por una desaceleración en las conversaciones entre Estados Unidos e Irán sobre el programa nuclear de Teherán, que redujo las expectativas de un aumento de los suministros de crudo iraní.
Si bien la creciente demanda y el rápido ritmo de la campaña de vacunación en países como Estados Unidos han impulsado al petróleo, la lenta distribución de inyecciones y el alto número de infecciones en países como Brasil e India están afectando la demanda en los mercados petroleros de alto crecimiento.