La percepción de los consumidores sobre la situación económica del hogar y del país mejoró en mayo; sin embargo, aún titubean sobre la compra de bienes durables, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El indicador de confianza del consumidor (Icc) se ubicó en un nivel de 42.7 puntos en mayo pasado, un incremento anual de 11.5 puntos y un avance mensual de 0.3 unidades, con cifras desestacionalizadas para hacer los periodos comparables.
El Icc alcanzó el valor que tenía al inicio de la pandemia de Covid-19, ya que se situó en 42.5 por ciento en marzo de 2020, mes en el que arrancó el confinamiento, pero también es su mejor nivel desde febrero del año pasado.
De acuerdo con el Inegi, los componentes que contribuyeron al aumento del indicador en mayo (de 0.3 puntos) fueron la situación económica futura del hogar, así como la situación económica actual y futura del país.
Sin embargo, los consumidores encuestados muestran todavía cautela, toda vez que sus posibilidades para comprar bienes durables, tales como muebles, televisor, lavadora y otros aparatos electrodomésticos, se han visto reducidas al caer 1.7 puntos en mayo; aunque con un aumento de 12.3 puntos respecto del mismo mes de 2020.
Inercia positiva: analistas
Los indicadores vinculados a la situación presente retrocedieron, pues el de la situación actual del país avanzó 1.4 puntos, aunque es el rubro con el segundo puntaje más bajo y con sus 36.9 puntos se encuentra muy alejado del umbral de optimismo de 50 puntos.
Marcos Arias, analista económico de Monex, explicó que el indicador general de confianza del consumidor sumó su tercer mes de crecimiento, por lo que acarrea una inercia positiva y es factible que supere los niveles prepandemia en lo que resta de 2021.
“Consideramos que el riesgo de que se registre una contracción mensual de la actividad económica es elevado, aunque los impulsos de marzo y abril tendrán un impacto significativo en el resultado del segundo trimestre de 2021. De esta manera, la confianza del consumidor muestra que el camino hacia la recuperación no estará exento de obstáculos y que factores como la incertidumbre política y la inflación pesarán en el sentimiento de los consumidores”, anticipó Arias.