Investigadores y especialistas pidieron derogar las reformas que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hizo a los Lineamientos para la Investigación Arqueológica en México. Esa normativa, que regula la operación del Consejo de Arqueología, recibió severas críticas por convertirse en un instrumento “burocrático, centralizador y ejercer terrorismo científico”.
Coincidieron en que los nuevos lineamientos carecen de legitimidad, por lo que demandaron un proceso de consulta con quienes ejercen en este campo.
El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma opinó “que hubo precipitación en sacar los lineamientos en materia arqueológica”, mientras lo referente a las sanciones “pareciera estar inspirado en la Santa Inquisición”. Por su parte, Leonardo López Luján pidió al director general del INAH, Diego Prieto, dejar sin efecto las reformas y elaborar disposiciones de manera reflexiva y que “correspondan a la muy triste realidad”.
Las opiniones se expresaron durante la mesa de debate Nueva normatividad para la arqueología en México, que reunió a diversos especialistas del INAH y de otros centros de investigación, la cual transmitió el pasado miércoles el Sindicato Nacional de Profesores de Investigación Científica y Docencia del INAH en su canal de YouTube.
Participaron también los integrantes del INAH Rosa Reina Robles, Bolfy Cottom, Luis Alberto López Wario y Alfredo Barrera Rubio, así como Sara Ladrón de Guevara, rectora de la Universidad Veracruzana; Rodrigo Liendo, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, y Rodrigo Esparza López, del Colegio de Michoacán.
Gustavo Ramírez Castilla, quien fungió de moderador, señaló que el cambio regulatorio emitido el pasado 22 de abril por el director del INAH tomó por sorpresa a la comunidad del INAH, así como a otras instituciones nacionales y extranjeras. “La línea dura, restrictiva y sancionaria” ha provocado rechazo, porque, “además de ser extremadamente administrativa, en lugar de académica, invade la propiedad intelectual, la libertad de investigación y desalienta la investigación científica en un campo tan importante”.
El secretario general del sindicato de investigadores y docentes del INAH dio lectura al “breve y contundente” texto que envió Matos Moctezuma, quien advirtió: “cuando algunas medidas rebasan en demasía a tal grado de que la burocracia se sobrepone a la ciencia, entonces el asunto está mal”.
Leonardo López Luján apuntó que el propósito del debate es “buscar soluciones a una de las mayores crisis que el INAH ha vivido desde su fundación”, escollos que aparecieron especialmente desde el sexenio pasado y hasta el día de hoy. “Nuestro propósito único es salvar obstáculos de manera rápida y eficaz, antes de que sus consecuencias sean irreversibles”. Enumeró una serie de agravios, como la reducción presupuestal, la falta de contratos para cientos de profesionales y las condiciones de quienes han sido recontratados en “condiciones que poco tienen que ver con la dignidad humana”, además de que los arqueólogos en el INAH son científicos sin instrumental.
Destacó el establecimiento del límite de cinco años para cualquier proyecto de investigación, cuando, por ejemplo, el proyecto del Templo Mayor, el cual dirige, lleva 43 años de vida, desde que fue fundado en 1978 por Eduardo Matos, con destacados resultados en investigación y formación de arqueólogos. La labor en Monte Albán, Cholula y Palenque tomaron décadas, agregó.
Destacó también el carácter del Consejo Arqueológico como ente autoritario definido por verbos como “imponer”, “exigir”, “limitar”, “inhibir” o “sancionar”, propios de una ventanilla burocrática, dijo.
Los 10 especialistas profundizaron en sus experiencias y alertaron el peligro que corre la investigación arqueológica por los nuevos reglamentos ultraburocratizados, así como la falta de legitimidad de las normativas por no tomar en cuenta a la comunidad que realiza trabajo de campo. El debate se puede reproducir en la liga: