No toda cultura es patrimonio, aseguró Diego Prieto, titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), durante la conferencia inaugural del foro internacional Patrimonio mundial y comunidades: del presente al futuro.
Expresó que el patrimonio cultural, que se nos presenta como algo dado, es una construcción humana, un concepto que supone un nivel de selección de ciertos bienes, valores y saberes que dan a las sociedades pertinencia, identidad, sentido y cohesión. Espacios para la designación de esta cualidad se dan por el Estado, la academia, desde la mercantilización, que comercializa bienes que son tesoros de las naciones y, sin duda alguna, las pueblos y los grupos que se organizan para defender lo propio, apuntó.
“Nunca podemos desvincular con las comunidades que dan significado, conocen y reproducen la cultura y el acervo de bienes considerado patrimonio cultural, en un mundo evidentemente en un momento de cambio”, mencionó en la charla.
Alejandra Frausto, secretaria de Cultura federal, inauguró el encuentro que se transmite el 3 y 4 de junio por redes sociales. La funcionaria consideró fundamental hablar de comunidad y de patrimonio, ya que se cree que civilizaciones como la maya o la totonaca pertenecen al pasado, pero siguen vivas.
Aseguró, por ejemplo, que para el proyecto del Tren Maya han recorrido diversas zonas arqueológicas para hablar con integrantes de la civilización maya que está viva, que son quienes cuidan este patrimonio extraordinario y lo conocen profundamente. “Si no es desde las comunidades, no puede ser un esfuerzo coherente, que tenga que ver con el humanismo”. Mencionó que aquellos lugares con mayor marginación, son los que mayor riqueza cultural ostentan; son las comunidades indígenas que habían sido abandonadas y excluidas del desarrollo. “Hubo enorme marginación, discriminación y racismo”.
Convocado por el Instituto Regional del Patrimonio Mundial en Zacatecas, con el auspicio de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, el foro internacional buscar hacer visible el potencial del patrimonial mundial en Centroamérica, el Caribe y México. Durante dos días se transmiten las experiencias en comunidades como Uxmal, Mitla y la ruta wixárika. Así como en Cuba, Honduras, Nicaragua y El Salvador, entre otros países.