Ciudad de México. En México cada persona genera casi un kilo de basura al día, pero mucha de ella no se maneja de manera adecuada debido a que “no se cuenta con buenos sitios de disposición final”, consideró Nancy Jiménez Martínez, investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM.
En el IX Congreso Diocesano por el Medio Ambiente, organizado por el Centro Fray Julián Garcés de Derechos Humanos y Desarrollo Local y la Diócesis de Tlaxcala, detalló que la generación de residuos sólidos va en aumento en el país.
“En México per cápita se generan 944 gramos al día, son 364 a 365 kilos al año” y destacó que en general son “120 mil 128 toneladas al día. Son residuos sólidos urbanos y 653 son de origen domiciliario y 291 no domiciliario”, es decir, lo que se produce cuando fuera de casa; en plazas, parques y mercados”.
Detalló que al principio de la década de los 90 (1992), generábamos cerca de 21 mil toneladas de residuos (21 mil 967) y en 2017 estamos generando 44 mil 646.6 toneladas, el crecimiento es importante”.
Curva preocupante
Recordó que en 2003 surge la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos, “sin embargo, ésta y los instrumentos y programas que de ella se han derivado tampoco han servido para cambiar esta curva que va en franco crecimiento”.
En la conferencia magistral Basura cero precisó que en el país hay sitios de disposición final en mil 722 municipios y son 2 mil 203. “Son basureros, tiraderos, rellenos sanitarios. Ojalá todos fueran rellenos sanitarios, pero lo que abundan son los tiraderos a cielo abierto”. Oaxaca es la entidad con más sitios de disposición final, con 385.
Explicó que “el relleno sanitario es una estructura ingenieril altamente tecnificada. Consiste en cavar un hueco en la tierra y ponerle una geomembrana que ayuda a evitar que los lixiviados, los jugos de basura, se filtren al subsuelo y contaminen las aguas subterráneas y hay control del metano emitido. Ahí se depositan los residuos y se cubre diariamente con tierra”.
Sin embargo, en México tenemos rellenos controlados, no hay geomembrana. La basura se deja en un hoyo, y se aplasta con maquinaria, y en los basureros a cielo abierto no se compactan ni cubre”.