Cada 31 de mayo se nos recuerda el impacto negativo de los cigarros a la salud. A los fumadores se les dice que deben dejarlos de inmediato. A la industria nos dicen que debemos dejar de producirlos de una vez por todas. Ahí no hay noticia.
La noticia es que nosotros estamos de acuerdo. Nuestra prioridad como empresa en Philip Morris México es disminuir el impacto de nuestros productos a la salud a través del desarrollo de mejores productos alternativos al cigarro.
Este año tomamos un enfoque proactivo para mostrar que lo nuestro no son solo palabras. La tabacalera más grande del país decidió detener la producción nacional de Marlboro, su marca insignia, durante un día.
Lo hicimos porque queremos que los mexicanos sepan lo siguiente: nuestro propósito es ofrecer a los fumadores adultos mejores opciones que el cigarro para que así reduzcan el riesgo de daño a su salud y a la de sus seres queridos.
Queremos mejorar la vida de millones de personas. Queremos un futuro sin humo.
Nuestros productos alternativos han sido desarrollados con base en tecnología y ciencia, y empiezan a sustituir a los cigarros en más de 66 países. Estamos frente a una transformación irreversible, frente a una revolución sin humo. En México, estos productos alternativos, como nuestro dispositivo de tabaco calentado IQOS, son una realidad y tienen el potencial de cambiar la vida de 15 millones de fumadores y sus familias.
Tenemos frente a nosotros la posibilidad de convertir el cigarro en algo del pasado, digno de un museo de reliquias. ¿Suena demasiado optimista? En otros países ya sucede. En Japón, por ejemplo, las ventas totales de cigarro cayeron casi 35% entre 2015 y 2019.
En Nueva Zelanda las autoridades prohibieron de inicio las alternativas, pero al estudiarlas a fondo, concluyeron que valía la pena regularlas y ahora forman parte de la estrategia nacional para convertir a Nueva Zelanda en una nación libre de humo del cigarro para 2030.
En Inglaterra las instituciones de salud realizan pruebas piloto para que los fumadores sean dotados de alternativas sin costo alguno.
La tendencia es global y una cifra lo dice todo: existen más de 19 millones de usuarios de IQOS en el mundo, y el 70% de ellos ha dejado el cigarro para siempre.
¿Qué haría falta para que esto sucediera en México? ¿Para que dejáramos atrás el cigarro? Varias cosas. Lo más importante: información. Los fumadores adultos mexicanos deben tener la información y la ciencia a la mano para entender qué son las alternativas, cuáles son sus ventajas y cuáles son sus limitaciones.
También hace falta una regulación clara para las alternativas, que reconozca sus diferencias con el cigarro, que proteja a los menores de edad y a los no fumadores y que brinde orientación al consumidor de manera sencilla, directa y útil.
Necesitamos un diálogo nacional, que se base en ciencia y datos. Un diálogo entre autoridades, fumadores –a quienes nunca nadie les pregunta su opinión--, industria, y sociedad.
Si damos ese paso, si escuchamos a la ciencia, el día mundial sin cigarro no se celebrará cada 31 de mayo. Se celebrará todos y cada uno de los días del año. De ese tamaño es nuestra apuesta.