Con un mensaje al pueblo de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador respondió a las posturas que advierten aumento de la violencia política en el vigente proceso electoral: “el país está en paz, hay gobernabilidad, no hay riesgo de inestabilidad; no es de buen gusto comparar con lo que está pasando en otros países, donde hay confrontación y violencia política. En México ¡no!”
En la conferencia de prensa matutina se le mencionó Aguililla, en la región de Tierra Caliente michoacana, y cortó: “en todos lados hay tranquilidad y paz. Existen zonas con alguna tensión, pero ayer tuvimos 57 homicidios, cuando en promedio son de 80 a 90 en el país”.
En el último día de campaña electoral, y ante preguntas larguísimas (una de ellas requirió 20 minutos en formularlas, y la segunda, con todo y respuestas de López Obrador, media hora), se le preguntó si utilizaría el aparato de inteligencia oficial contra sus opositores, quienes pretenderían un golpe de Estado blando, a lo que repuso: “la inteligencia del Estado mexicano está destinada a otras cosas”. Reprochó que por más que sus adversarios lo calumnien, difamen, se pongan coléricos, se obnubilen y les gane la rabia, “que los mexicanos decidan” en la elección del domingo.
Con dureza apuntó que el gobierno de Estados Unidos maicea a organizaciones civiles (como Mexicanos contra la Corrupción), intelectuales y periodistas –sus adversarios–, pues “esto que estamos viendo, de que van a cobrar los de la llamada sociedad civil a la embajada de Estados Unidos, que reparte maíz con gorgojo”.
De nueva cuenta confió en el pueblo, que no es malagradecido –añadió–, y ejemplificó con los sucesos recientes de Bolivia, donde el golpe de Estado desató la persecución y el exilio de Evo Morales, resultando un movimiento encabezado por la población indígena “silenciosa”, que a la postre significó la derrota de la oligarquía en aquel país.
A pesar de haber sugerido hace dos días que no se le preguntara sobre temas de política electoral, se le interrogó por la violencia: “yo sólo puedo manifestar al pueblo de México, y lo hago como siempre, de manera responsable, que el país está en paz, hay gobernabilidad, no hay riesgos de inestabilidad; estamos enfrentando el flagelo de la violencia todos los días y se puede hablar de paz y de tranquilidad en el país.
“No es de buen gusto comparar con lo que está pasando en otras naciones que, por cierto, no se sabe nada, porque a nuestros adversarios no les conviene que se sepa sobre lo que sucede en otras partes, donde hay inestabilidad, confrontación y violencia política, y en México ¡no!”
–¿Esto incluye la parte de Aguililla? –se le insistió.
–En todos lados hay tranquilidad, hay paz. Hay zonas con alguna tensión. Ayer tuvimos 57 homicidios, cuando traemos de 80 a 90 en promedio. A ver, ¿por qué no ponemos eso?, porque es más objetivo que estar magnificando. Antes se llamaba sensacionalismo, y luego empezó a llamarse amarillismo.
Reiteró que la seguridad está garantizada para que la población acuda a votar sin miedo. “No nos dejemos intimidar; a veces en las contiendas electorales se usa lo del miedo para que la gente no vaya a las urnas. Hay que salir a votar, sin miedo; nosotros tenemos información de lo que está sucediendo en el país, y se puede salir a votar sin riesgos.”