San Salvador., “Mientras Dios me dé fuerza El Salvador no va a volver al pasado”, declaró la noche del martes el presidente Nayib Bukele, pese a las fuertes críticas de la comunidad internacional por la concentración de poder del mandatario, consolidada cuando la nueva Asamblea Legislativa, controlada por su partido Nuevas Ideas, destituyó a los jueces de la Corte Suprema y al fiscal general.
En un discurso por su segundo año de mandato, Bukele juró ante sus seguidores defender lo conquistado contra todo enemigo y los exhortó a luchar contra el “aparato ideológico” controlado por grupos de la “oligarquía” que por décadas ha controlado los destinos del país.
“Nunca más vamos a regresar al sistema que nos hundió en la delincuencia, la desigualdad y la pobreza”, advirtió el mandatario en su discurso ante la Asamblea Legislativa, mientras los 56 diputados de Nuevas Ideas y sus aliados aplaudían sin parar.
Bukele llegó a la sede del Congreso para rendir cuentas de su segundo año de mandato, durante una sesión solemne a la cual fueron invitados miembros del cuerpo diplomático y magistrados de la Corte Suprema de Justicia. También asistió la ex embajadora Jean Manes, recién nombrada encargada de negocios interina de la embajada de Estados Unidos.
El gobernante responsabilizó a la ultraderechista Alianza Republicana Nacionalista y al izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, que gobernaron el país en los últimos 30 años, de la alarmante delincuencia, la corrupción, la desigualdad y la pobreza.
“Lo vivimos con la derecha que tenía detrás a la oligarquía, y con la izquierda, que supuestamente venía del pueblo y terminó sirviendo a los mismos oligarcas. Con el tiempo descubrimos que eran dos caras de la misma moneda”, acusó.
El mandatario añadió que la oligarquía todavía tiene mucho poder en el país, porque aún controla el aparato ideológico del Estado.