El Banco de México (BdeM) mejoró su estimado de crecimiento económico para 2021 de 4.8 a 6 por ciento como consecuencia de un primer trimestre mejor al esperado y a la expectativa de que a partir del segundo el ritmo de recuperación del país será mayor; esto, luego de que la economía cayó 8.5 por ciento en 2020.
En su informe trimestral enero-marzo de 2021, detalló que aún persiste incertidumbre alrededor de la actividad económica, por lo que en un escenario menos alentador el producto interno bruto (PIB) del país crecería 5 por ciento, mientras en el mejor de los casos lo haría hasta 7 por ciento.
Tomando en cuenta el escenario central de 6 por ciento, el pronóstico del banco central está cerca del 6.5 por ciento pronosticado por la Secretaría de Hacienda, y por arriba del 5.15 por ciento que estiman los analistas del sector privado.
Al presentar el informe, Alejandro Díaz de León, gobernador del BdeM, enfatizó que el importante ajuste al estimado de crecimiento refleja el buen desempeño de indicadores económicos del primer trimestre del año, en el que se observó mayor demanda externa y más movilidad por la eliminación de las restricciones.
Para 2022, el instituto central revisó su escenario a la baja, al anticipar un crecimiento de 3 por ciento, cuando el trimestre pasado lo fijó en 3.3 por ciento.
De acuerdo con el gobernador del BdeM, de cumplirse el escenario central de crecer 6 por ciento en 2021, la economía regresaría a su nivel prepandemia en el segundo trimestre de 2022. Si se crece a 7 por ciento se logrará en el último trimestre de este año, y si se hace a 5 por ciento, será a principios de 2023.
El banco también modificó su estimación de inflación para 2021 al pasarla de 3.6 a 4.8 por ciento, esto ante mayores precios de los energéticos y de alimentos, con lo que cerrará el año fuera de su objetivo, que es de 3 por ciento +/- un punto porcentual.
No obstante, dijo Díaz de León, dicha alza en el índice de precios será transitoria, por lo que espera converja hacia la meta en el segundo trimestre de 2022.
Riesgos latentes
Pese a la mejora en el pronóstico de crecimiento económico, aún persisten riesgos para el país, que de acuerdo con el gobernador del banco central son consecuencia de que prevalece un entorno de alta incertidumbre, sobre todo porque la pandemia de Covid-19 aún no se disipa.
Entre los principales riesgos para el país, señaló Díaz de León, se encuentra que haya retrasos en la producción, distribución o aplicación de las vacunas o un recrudecimiento de la pandemia, tanto a escala global, como nacional, que implique la adopción de nuevas medidas para contenerla.
También que se presenten cuellos de botella en las cadenas de suministro a escala global y se genere escasez de insumos para algunos sectores en México, particularmente en el automotor, así como mayores episodios de volatilidad en los mercados financieros y que la recuperación de la inversión en el país sea menor a la esperada.
El gobernador del banco central destacó que la perspectiva de México es más favorable a la de hace algunos meses gracias a mejoras en los pronósticos del crecimiento global, especialmente en Estados Unidos; avances de las campañas de vacunación y las menores restricciones a la movilidad.