La inflación en los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) alcanzó 3.3 por ciento en abril, impulsada por un salto de 16.3 por ciento en el precio de los energéticos, la tasa más alta desde septiembre de 2008.
Datos de la organización muestran que mientras se disparó el costo de los combustibles, los alimentos se encarecieron 1.6 por ciento como promedio de los 38 países que se reportan.
“La evolución de los precios de la energía y los alimentos está relacionada en gran medida con los efectos del año base y con el impacto de la pandemia de Covid-19 hace un año”, detalló la OCDE.
Entre los países que integran el grupo, México tuvo la segunda inflación anual más alta en abril, con 6.1 por ciento, sólo detrás de Turquía que en el mismo periodo alcanzó 17.1 por ciento.
El alza en México responde a que tuvo la tercer tasa más alta en la inflación de los energéticos entre los países de la OCDE y la cuarta en alimentos. Los primeros se encarecieron 27.8 por ciento, mientras en Canadá aumentaron 32.7 y en Noruega 34.1 por ciento.
Por el lado de los alimentos, Turquía –que terminó por ser la economía con la mayor inflación en abril– registró un incremento de 17.4 por ciento; le siguieron Corea del Sur, con 8.1 e Islandia, con 5.7 por ciento.
En lado opuesto se ubicaron Japón y Grecia, donde sus indicadores generales de precios se redujeron -0.3 y -0.4 por ciento, respectivamente, con también tasas negativas de 1.7 y 1.2 por ciento en el costo de los alimentos.