Nueva York., Celia Cruz ya tiene su propia calle en Nueva York, la ciudad que la vio cantar incontables veces y donde descansa en paz.
Políticos locales y amigos de la difunta Reina de la salsa develaron un nuevo letrero con la inscripción Celia Cruz Way en una calle del Bronx, también conocido como El condado de la salsa.
“Su valentía y persistencia nos inspiran cada día”, dijo el concejal Fernando Cabrera durante la ceremonia de conombramiento de la vía. “Estamos muy orgullosos de quién ella era y de quiépn ella es en nuestro corazón”.
Cabrera develó el letrero en la esquina de Reservoir Avenue con West 195 Street ante el aplauso de una treintena de presentes y algún grito de “¡Azúcar!”, ese que la cantante usaba a menudo en sus presentaciones. Tras la ceremonia, integrantes de la orquesta de la cercana escuela de música Celia Cruz tocaron La vida es un carnaval y La negra tiene tumbao, dos grandes éxitos de ella.
Al menos tres otras calles y plazas en Estados Unidos llevan el nombre de la legendaria salsera, dijo Omer Pardillo, ex representante de la cubana y presidente de la Fundación Celia Cruz.
Las calles están en Miami, Los Ángeles y Union City, Nueva Jersey, donde una comunidad cubana se estableció hace décadas. También hay otras en España, Costa Rica y México, señaló.
“Sin embargo, esta calle es muy especial porque esta es la ciudad donde Celia Cruz eligió vivir parte de su vida, desde el año 60. Se estableció aquí y vivió hasta su último día. Le trajo grandes alegrías. Siempre he dicho que Nueva York lleva el sonido de Celia Cruz en sus paredes”, agregó.
La cantante, quien falleció en 2003 a los 78 años en su casa de Fort Lee, Nueva Jersey, está enterrada en el cementerio de Woodlawn, en el Bronx. “Nunca quiso estar bajo tierra. Por eso eligió ese lugar, donde se encontró un espacio para hacer un mausoleo”, dijo Pardillo.
Cruz llegó a Estados Unidos en 1960, un año después de la Revolución Cubana. Grabó más de 70 discos, tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y en 1994 recibió la Medalla Nacional de las Artes, el mayor reconocimiento gubernamental a un artista en este país, de manos del entonces presidente Bill Clinton.
Entre quienes develaron el letrero de Celia Cruz Way estaba la puertorriqueña Ruth Sánchez Laviera, quien fue amiga y estilista de la salsera. “Este es gran honor, que mereció, merece, y seguirá mereciendo”, expresó.