Al emitir su primera respuesta ante las inconformidades de los adultos mayores por la pérdida de su fuente de ingresos, Walmart aseveró que desde el pasado 9 de diciembre informó al Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) “la determinación que tomó como compañía de no reincorporarlos en su labor como empacadores voluntarios en nuestras tiendas”.
Con este pronunciamiento –luego de que La Jornada solicitara una postura desde hace poco más de una semana– la cadena de supermercados más grande del país confirma que miles de adultos mayores dejarán de trabajar en sus más de 2 mil 500 sucursales y se quedarán sin empleo.
Walmart informó a este diario que, “derivado precisamente de la contingencia sanitaria, hemos observado que nuestros clientes buscan evitar que terceros tengan mayor contacto con la mercancía que compran. Aunado a esto, conforme a la legislación aplicable, hemos dejado de otorgar bolsas de plástico de un solo uso, en apoyo al cuidado del medio ambiente, por lo que nuestros clientes ahora llevan sus propias bolsas reutilizables y se han habituado a empacar ellos mismos la mercancía adquirida”.
Ayer, al grito unísono de “¡Walmart, queremos trabajar!”, decenas de adultos mayores se manifestaron a las puertas de las oficinas corporativas de la cadena comercial, en el norte de la ciudad de México, para demandar sean reincorporados como empacadores voluntarios.
De acuerdo con el Inapam, Walmart canceló el convenio desde el pasado 12 de mayo. Ante esta decisión, los ancianos se vieron en la necesidad de empeñar sus pertenencias y “botear” en diversos cruces viales de la capital, a pesar de tener alguna discapacidad.
El instituto registró un padrón de 77 mil adultos mayores que trabajaban como empacadores voluntarios en distintas tiendas de autoservicio, de los cuales Walmart concentraba la mitad, incluyendo sus filiales Sam’s Club, Walmart Express y Bodega Aurrerá”.
Bajo un sol a plomo y con pancartas en las que se leía “Walmart, no es ético dejarnos sin nuestra fuente de trabajo” y “No nos discrimines, también somos tus clientes”, los ancianos pertenecientes al colectivo Empacadores Voluntarios Adultos Mayores –conformado por más de 170 ex empacadores de la ciudad y el estado de México–, se manifestaron en la sucursal Toreo para exigir que “cumpla su palabra, porque no somos desechables”.
Después, caminaron unos metros hacia las oficinas del corporativo, donde personal de seguridad bajó las rejas para impedirles el ingreso. Los adultos mayores pretendían entregar un escrito en el que piden reconsiderar la decisión; sin embargo, después de más de una hora no fueron atendidos.
Carlos Ezcurdia, adulto mayor y ex empleado que encabeza el colectivo, lamentó que la empresa “no tuviera la cortesía de recibirnos, es una prepotencia de la trasnacional”.
Sin respuesta, los ancianos decidieron regresar a la entrada principal del centro comercial y protestaron de manera pacífica, permitiendo el libre acceso a los clientes, quienes les manifestaron su apoyo con aplausos y con expresiones como “por supuesto que sí nos hacen falta”.