San Salvador. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, dijo que “mientras Dios le dé fuerza” El Salvador no va a regresar al pasado, pese a las fuertes críticas de la comunidad internacional por la concentración de poder del mandatario consolidada cuando la nueva Asamblea Legislativa, controlada por el partido Nuevas Ideas, destituyó a los jueces de la Corte Suprema y al fiscal General.
En su discurso por su segundo año de mandato, Bukele juró junto a sus seguidores defender lo conquistado contra todo enemigo y los exhortó a luchar contra el “aparato ideológico” controlado por grupos de la “oligarquía” que por décadas ha controlado los destinos del país.
“Nunca más vamos a regresar al sistema que nos hundió en la delincuencia, en la desigualdad y la pobreza. ¡Nunca más! Mientras Dios me dé fuerzas no lo voy a permitir”, dijo Bukele en su discurso en la Asamblea Legislativa mientras los 56 diputados del partido Nuevas Ideas y sus aliados le aplaudían sin parar.
Bukele llegó a la Asamblea Legislativa para rendir cuentas de su segundo año de mandato, durante una sesión solemne a la que fueron invitados miembros del cuerpo diplomático y magistrados de la Corte Suprema de Justicia. También asistió la ex embajadora Jean Manes, recientemente nombrada encargada de negocios interina de la embajada de los Estados Unidos.
Durante su discurso, el mandatario responsabilizó a la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y al izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación nacional (FMLN), que gobernaron el país en los últimos 30 años, por la alarmante delincuencia, la corrupción, la desigualdad y la pobreza.
El mandatario dijo que cuando ganó la presidencia el 3 febrero de 2019, “sin derramar ni una sola bala, sin derramar una sola gota de sangre, como lo intentaron en la guerra civil”, los salvadoreños le dieron el mandato de “cambiar nuestro país, pero esta vez de verdad”.
Los cambios a los que se refería Bukele se profundizaron cuando el 1 de mayo se instaló la nueva Asamblea Legislativa controlada por su partido Nuevas Ideas. De un plumazo, los legisladores destituyeron a los jueces de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y al Fiscal General. La misma noche eligieron y juramentaron a los sucesores.
La decisión provocó condenas en el país y en la comunidad internacional. Horas después de una reunión “cordial”, el enviado especial de la Casa Blanca, Ricardo Zúñiga, que en pocos días visitó dos veces el país, criticó fuertemente la decisión de los diputados y recomendó restaurar la situación anterior.
Pero, el presidente respondió en su cuenta oficial de Twitter: “Para las voces que aún piden que volvamos al pasado. Con mucho respeto y cariño: Los cambios que estamos realizando son IRREVERSIBLES. No vamos a volver al pasado, iremos hacia el futuro. Quisiéramos que nos acompañen, pero si no lo desean, los comprendemos. Bendiciones”.
En respuesta a las destituciones, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés) informó que retiraba el apoyo de asistencia a la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía General, la Policía Nacional Civil y al Instituto de Acceso a la Información Pública, y que toda esa ayuda se entregaría a organizaciones de la sociedad civil.
En su discurso transmitido a todo el país, Bukele afirmó que en El Salvador la oligarquía todavía tiene mucho poder, porque aún controla el aparato ideológico del Estado. “Este aparato siempre ha sido hipócrita, pero muy poderoso, Ahora haciendo uso de él nos quiere hacer creer que deberíamos de regresar a como era antes”.