Washington. Estados Unidos terminó formalmente la política de asilo Quédate en México instaurada por el ex presidente Donald Trump ante la creciente llegada de indocumentados a la frontera sur del país, informó ayer el gobierno de Joe Biden.
El anuncio se dio el mismo día que el secretario estadunidense de Estado, Antony Blinken, llegó a Costa Rica, en una gira de dos días, para abordar con los países centroamericanos la creciente llegada de migrantes a Estados Unidos.
Bajo el controvertido programa Protocolos de Protección al Migrante (MPP), decenas de miles de solicitantes de asilo, en su mayoría de Centroamérica, fueron enviados de regreso a México en los últimos dos años en espera de la resolución de sus casos.
“El MPP ya no es una herramienta necesaria o viable”, sostuvo el titular del Departamento de Seguridad Interior (DHS) estadunidense, Alejandro Mayorkas, al anunciar la cancelación.
Según su evaluación, el programa no ha mejorado la gestión de la frontera ni sirve a los objetivos de Biden de atender las razones fundamentales que motivan la inmigración irregular.
Mayorkas dijo que el MPP no resolvió los problemas de seguridad, ya que más de una cuarta parte de los inscritos en el programa fueron interceptados al tratar de cruzar nuevamente la frontera.
Tampoco agilizó los trámites, aún más retrasados con la pandemia del Covid-19, que provocó el cierre temporal de los tribunales migratorios.
Unas 68 mil personas fueron regresadas en el contexto del programa Quédate en México, según cifras oficiales estadunidenses.
El MPP, anunciado en diciembre de 2018 por el gobierno de Trump, y especificado en un documento el 25 de enero de 2019, fue suspendido apenas asumió el cargo Biden, el 20 de enero de este año.
El 2 de febrero, el presidente firmó un decreto instruyendo al DHS revisar el programa. La Casa Blanca dijo entonces que el MPP había llevado a una crisis humanitaria en el norte del territorio mexicano.
Mayorkas señaló que unos 11 mil 200 solicitantes de asilo inscritos en el MPP ya ingresaron a Estados Unidos a tramitar sus pedidos, en la primera fase de desmantelamiento del programa.
“La política de retorno forzoso fue cruel, depravada e ilegal, y nos alegra que haya sido revocada”, comentó Judy Rabinovitz, abogada de la Unión Estadunidense de Libertades Civiles, quien había denunciado esa política ante la justicia.
En San José, en tanto, Blinken participó en una reunión de los cancilleres de los países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana: Costa Rica, Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, República Dominicana y El Salvador, y posteriormente se reunió con el mandatario costarricense, Carlos Alvarado.
Se espera que Blinken se comunique hoy con el canciller mexicano Marcelo Ebrard.