Ciudad de México. Uno de los sectores más afectados por las consecuencias de la pandemia ha sido el automotriz que, desde los primeros confinamientos y el freno a las actividades productivas de marzo de 2020, experimentó una desaceleración paralela en sus diferentes eslabones de la cadena productiva, reconoce el empresario mexicano Hassan Mansur González.
El también CFO de Grupo Surman señala que, con la reapertura paulatina de negocios y el regreso a las actividades, la exportación de autos, así como la venta de vehículos a particulares ha aumentado en los primeros meses del año, aunque dichos avances aún son mínimos.
“Para la economía todo síntoma de mejoría suma, y obviamente para la industria automotriz resulta muy positivo que la producción, distribución, venta y exportación de vehículos y autopartes levante, aún cuando los indicadores no son los que esperamos ver. Se trata de un sector muy noble, que ha representado históricamente para el país una importante fortaleza en el ámbito de la industrial”, explicó.
Asimismo, habló sobre el crecimiento de las ventas en abril de 2021, las cuales fueron un 134 por ciento mayores en comparación al mismo mes de 2020, pero 12.5 por ciento menores al mes anterior inmediato, en este caso marzo del presente año, mencionó.
“Hasta el momento la industria reporta cifras acumuladas durante el primer cuatrimestre del año por 342 mil 651 autos vendidos, que es 3.3 por ciento mayor al mismo periodo del año pasado, y que además es el primer incremento de un lapso similar desde 2017. Esto nos indica que vamos por buen camino, pero indudablemente falta mucho por recuperar, pero tenemos confianza que conforme se normalicen las actividades, también lo harán las ventas”, explicó.
El empresario mexicano apunta a la importancia de tener claro los retos que tendrá la industria automotriz, la cual en lo que resta del 2021 y primer semestre del 2022 intentará nivelar sus índices de crecimiento y rentabilidad.
La industria automotriz podría ver limitada su recuperación ante los rezagos de las secuelas que dejó la pandemia, así como la lenta reactivación en el consumo local; no obstante, que podría equilibrarse ante las perspectivas económicas del mercado interno y la demanda creciente de Estados Unidos, comentó Mansur González.
El empresario agrega el riesgo latente de factores como los crecientes desacuerdos con Estados Unidos para renovar los contratos colectivos entre sindicatos y empresas del sector, esto derivado de las cláusulas estipuladas en la materia dentro del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC); además, sumándole el encarecimiento en el precio del acero y el desabasto de semiconductores en el mercado global, dijo.