Es un gran beneficio el que pueden crear las marcas en adoptar, apoyar y hacer el trabajo conjunto con los atletas. Definitivamente falta mucha conciencia, civismo y conocimiento de lo que los atletas amateurs necesitan, y de lo que puede conllevar el apoyo mutuo para las marcas, los deportistas y el desarrollo social de México. En ese sentido estamos muy atrás.
Así lo consideró Dieter Holtz, ex nadador y actualmente promotor deportivo titular de una empre-sa de productos alimenticios que patrocina a un grupo de atletas de alto nivel, encabezado por los taekwondoístas María del Rosario Espinoza, triple medallista olímpica, Briseida Acosta, calificada a Tokio, lo mismo que Juan Diego García, así como las nadadoras artísticas Nuria Diosdado y Joana Jiménez, y la nadadora Melissa Rodríguez.
Holtz lamentó que “la iniciativa privada en México, no entiende, en su gran mayoría, el gran beneficio que le puede traer a los atletas y por ende a la cohesión social, y como último, a los grandes ejemplos de vida para que los niños se desarro-llen dentro de un ambiente competitivo, de ambición y aspiración”.
Estimó que el programa de patrocinio podrá llegar a integrar a 100 o 150 deportistas mexicanos. “Todo depende mucho de que la fórmula funciones para la marca y para los atletas. Hay muchas ocasiones en que pudiésemos (las empresas) ser un apoyo, pero puede ser que esos atletas ya los estén teniendo en otros lados.
De cara a los Olímpicos, vislumbró que “Tokio va a ser una prueba de fuego para todos los países. Hay mucha incertidumbre, mucho desconocimiento, mucho riesgo, pero también oportunidades. Yo creo que dependerá de qué países, a través de sus comités olímpicos y sus federaciones, y también en relación con la iniciativa privada, supieron trabajar desde el día uno con las limitantes de la pandemia, para sus deportistas.
Se trata de un patrocinio económico, que cada atleta puede usarlo en función de lo que necesite, y en su primera etapa está firmado hasta marzo de 2022.