Nueva York., Kelly Osbourne ha hablado abiertamente sobre sus batallas con la adicción a las drogas y el alcohol, y recientemente se sentó en el programa Red Table Talk para contar cómo se enganchó de adolescente y recayó después de la pandemia.
La presentadora de televisión dijo que llevaba casi cuatro años sobria en abril de 2021 cuando la pandemia de Covid-19 comenzó a menguar y ver a una pareja tomando champán provocó que volviera a beber alcohol.
“Estaba sola, sentada junto a una piscina esperando que alguien viniera a reunirse conmigo, y vi a esta mujer y su esposo tomar una copa de champán. Se veía muy bien y pensé: ‘Yo también puedo hacer eso’”, mencionó Osbourne. “Al día siguiente tomé dos copas. Y un día después fueron botellas”.
Osbourne también habló con las conductoras del programa –Jada Pinkett Smith, su hija, Willow Smith, y su madre, Adrienne Banfield-Norris– sobre los orígenes de sus adicciones.
Su primera adicción a los opiáceos fue con Vicodin, que le recetaron después de una operación para extirparle las amígdalas cuando tenía 13 años. Eso la envió a una batalla de por vida: “Fue todo lo que necesité”, señaló con tristeza.
Osbourne afirmó que la droga acalló sus inseguridades. “Sentí como si la vida me diera un abrazo”. Pinkett Smith respondió con ironía: “Vicodin hará eso”. Osbourne agregó que la vicodina la llevó a abusar de Percocet para eventualmente recurrir a la heroína “porque era más barata”.
Osbourne ha hablado antes de sus batallas con las drogas y el alcohol en varias entrevistas, en su libro de memorias de 2017 y en podcasts como “Armchair Expert” de Dax Shepard.
Ha dicho que su consumo de drogas se intensificó durante la batalla contra el cáncer de su madre y luego que su padre, el cantante Ozzy Osbourne, casi muriera en un accidente de ATV en 2003.
El episodio de Osbourne en Red Table Talk se transmite hoy al mediodía de Nueva York.