Juan Mario Velarde Gámez, director responsable de obra (DRO) acusado de homicidio doloso, podría alcanzar una sentencia de hasta 520 años de prisión, de resultar culpable de la muerte de 26 personas por el derrumbe del colegio Rébsamen durante el sismo del 19 de septiembre de 2017.
Sin embargo, su abogado, Ricardo Cajal, confió que con las pruebas y alegatos que presentarán en el juicio oral, se demostrará la inocencia de su representado, quien “nunca hizo alguna construcción en el colegio, sólo participó en algunos trámites”.
Como DRO dio su visto bueno a las obras, “haciendo las pruebas de carga exigidas, lo cual no hicieron quienes le siguieron en 2017, sobre todo después del sismo del 7 de septiembre, para checar que el inmueble estuviera en buenas condiciones estructurales”, explicó.
La Fiscalía General de Justicia, consideró, “omite cierta información para hacer ver las cosas de forma parcial, pero vamos a sacar a la luz todo lo que aconteció para demostrar su inocencia, pues él dejó de prestar sus servicios en 2015”.
De no lograrlo en esta etapa, se acudirá ante un tribunal de apelación o se interpondrá un juicio de amparo directo, pues “de resultar culpable le impondrían una pena de 20 años por cada víctima, lo cual no vamos a permitir”, dijo el abogado contratado por una fundación, quien lleva el caso pro bono.
Fernando Castillo, representante jurídico de algunas de las víctimas, precisó que el juicio será largo por la presentación de 28 testigos del Ministerio Público, 10 de las asesorías jurídicas y siete de la defensa.