Buenos Aires., La Conmebol anunció que Brasil será la sede de la Copa América. Una salida sorpresiva para mantener a flote la competencia tras la baja de los co-organizadores Argentina y Colombia a pocas semanas de su inicio. La decisión, como era de esperar, ha desencadenado una cascada de críticas, pues el país enfrenta una de las emergencias más intensas por el Covid, registra una de las mayores cifras de muertes por la enfermedad y temen el riesgo de una tercera ola de contagios.
“La Copa América se jugará en Brasil”, anunció la entidad tras una reunión virtual de urgencia de los miembros de las diez federaciones que la conforman. Sin embargo, el gobierno brasileño negó que la decisión de que el país acoja la Copa ya esté tomada; según el ministro de la Casa Civil (equivalente a primer ministro), Luiz Eduardo Ramos, las negociaciones siguen en marcha.
“Aún no hay nada seguro, quiero dejarlo bien claro; estamos en medio del proceso, pero no vamos a esquivar una demanda, si es que podemos atenderla”, dijo.
Según Ramos, la situación del país es “difícil” por la pandemia, pero se puede recibir la Copa si todos los integrantes de las delegaciones están vacunados.
El anuncio de que Brasil sería sede de la competición partió de la Conmebol con un mensaje en el que agradecen al presidente Jair Bolsonaro.
Brasil, que había organizado el certamen en 2019, surgió como alternativa luego que Argentina desistió la víspera de celebrar la competencia por la segunda ola de coronavirus. Colombia, el otro co-anfitrión, fue apartado por la propia Conmebol el 20 de mayo debido a las protestas antigubernamentales que azotan al país desde fines de abril, con al menos 40 muertos.
La Copa América, suspendida en 2020 por la pandemia, debe comenzar el 13 de junio y la final está prevista para el 10 de julio.
En una región agobiada por la pandemia y en la que, salvo excepciones, la vacunación va a ritmo lento, la Conmebol buscó una salida inesperada, puesto que no es habitual que el último anfitrión del certamen tenga la opción de organizarlo por segunda vez consecutiva.
Brasil es el tercer país del mundo más afectado por la pandemia, detrás de Estados Unidos y la India, con 16.5 millones de contagios y más de 460 mil muertos. Apenas 11 por ciento de su población ha recibido las dos dosis de la vacuna, según la organización Our World in Data, que lleva la estadística mundial de la inoculación.
La elección de Brasil, también preocupa por la logística, dado que varios países cerraron los vuelos hacia y desde ese país a causa de las variantes de coronavirus que se desarrollaron allí.
“Un evento de esa magnitud moviliza innumerables personas aunque los partidos sean sin público. Y la movilidad aumenta la transmisión del virus. Eso va a tener un componente muy significativo en esa cuestión de la recrudescencia de la pandemia”, declaró el infectólogo José David Urbáez, de la Cámara Técnica de Infectología del Distrito Federal de Brasilia; “ese torneo debería haber quedado cancelado y listo”.