Madrid. El Laboratorio de Investigación Naval (NRL, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, prepara muestras de hongos para enviarlas alrededor de la Luna en una misión Orion programada para finales de año o principios de 2022.
El experimento tiene el propósito de proporcionar información sobre las defensas naturales de los hongos contra la radiación, fenómeno que podría resultar útil para la exploración espacial futura y la vida sostenida en el cosmos.
“Durante el año pasado, completamos con éxito la prueba de verificación científica para asegurarnos de que el experimento funciona en nuestro laboratorio, que es el primer paso de este proyecto”, señaló en un comunicado Zheng Wang, microbiólogo de NRL e investigador principal de este proyecto. “Además, desde octubre de 2020 hemos realizado la Prueba de Verificación Experimental en el Centro Espacial Kennedy, que imita el entorno de vuelo durante aproximadamente dos meses”.
Los hongos tienen mecanismos naturales para proteger y reparar el daño del ADN causado por la radiación. Esos mecanismos permiten que resistan varios cientos de veces más radiación que los humanos. Este experimento estudiará la melanina en esas plantas (que puede ayudar a protegerlos del daño), así como las vías de reparación del ADN (que curan el daño una vez que ocurre). La especie utilizada para este experimento será Aspergillus niger, un moho negro comúnmente usados en laboratorios e industria y también uno de los ejemplares predominantes detectados en la Estación Espacial Internacional (EEI).
“Analizamos hongos que son extremadamente resistentes a la radiación y tratamos de averiguar por qué”, aseguró Jillian Romsdahl, microbióloga y becaria posdoctoral del NRL en el proyecto.
“Sin embargo, también estamos viendo una cuestión más importante de cómo los sistemas biológicos se adaptan al espacio profundo, lo que tiene implicaciones para las personas que intentan viajar a Marte o más allá.”
Los científicos preparan cuatro muestras diferentes de Aspergillus niger: una cepa de tipo salvaje y tres cepas mutadas que fueron modificadas genéticamente en el laboratorio. Una cepa mutada es defectuosa en la producción de melanina, por lo que se puede comparar con la de tipo salvaje que la produce.
Las otras dos cepas mutadas serán deficientes en las vías de reparación del ADN. El grupo de Wang quiere saber cuán importantes son esas vías de del material genético para proteger las células fúngicas contra el daño causado por la radiación. También quieren saber si ésta estimula nuevas vías del mismo aún no descubiertas.
Durante el experimento real, las muestras de hongos se almacenarán en la cápsula Orion de la NASA y se lanzarán al espacio, donde viajará alrededor de la Luna durante tres semanas. Una vez completado, la agencia devolverá las muestras a NRL para su análisis.
Los investigadores planean comparar las muestras para buscar cambios en el ADN y otras biomoléculas. Las células fúngicas se someterán a un análisis exhaustivo de los cambios morfológicos, fisiológicos y químicos.
A largo plazo, los científicos esperan utilizar el conocimiento adquirido para investigar nuevas formas de prevenir daños por radiación en humanos y equipos en el espacio.