Como si los golpes dejaran una memoria, el mexicano César Juárez aún evoca la huella sensitiva de los puños del filipino Nonito Donaire. Nunca en toda su carrera ha tenido un rival tan duro como el asiático, quien anoche conquistó el campeonato mundial gallo del CMB a los casi 39 años. Una conquista que provocó estruendo en el mundo del boxeo.
Anoche, Juárez estaba atento a la pelea en la que Donaire noqueó al francés Nordine Oubaali. Mientras lo observaba y los medios lo calificaban de histórico, César recordó el combate, quizá del que está más orgulloso, que tuvo con el filipino en diciembre de 2015.
“Lo que hizo anoche Donaire sorprendió a todos”, comenta Juárez, “pero si nos detenemos un poco en quién es Nonito, nos damos cuenta que es el tipo de hazañas que hace un peleador legendario, uno llamado para ser eso”.
César advierte que pocos han logrado golpear a Nonito. Los mexicanos Tyson Márquez, Jorge Arce y Fernando Montiel, todos fueron noqueados de forma muy clara por el filipino. Por eso, César Corazón Juárez, se siente orgulloso al ver en perspectiva.
“Ahora que veo lo que es capaz de hacer Nonito, un boxeador para la historia, me siento muy satisfecho”, expone; “aquel combate se fue a los 12 episodios y logré pegarle como nadie había podido. Hubo incluso quien me dijo que yo había ganado. Lo cierto es que fue una derrota que me dolió muchísimo en su momento”.
Hace seis años de aquella pelea y hoy Nonito Donaire es un hito del boxeo. A la distancia, Juárez asegura que ya no le pesa. Por el contrario puede presumirlo.
“Tardé mucho en reponerme de esa derrota y sentirme otra vez alegre. Hoy veo a Donaire y me siento orgulloso. Pelear contra una leyenda, así sea una derrota, siempre será un privilegio.”