Llegó el tiempo de saldar deudas. El Tri está casi forzado a fijar su residencia en Estados Unidos debido a la avalancha de compromisos que se le viene encima, obligado a ponerse al corriente ipso facto con la empresa Soccer United Marketing (SUM), cuyo contrato le exige jugar cinco partidos al año en aquel país. Ya bastantes pérdidas hubo debido a la pausa impuesta por la pandemia y es hora de poner a trabajar a Gerardo Martino y sus muchachos.
Islandia fue el sábado un rival rocoso con jugadores atléticos y de impresionante zancada, que se pusieron adelante en el marcador y generaron desesperación en jugadores y cuerpo técnico tricolores. En la cancha no pasaba nada con México y la afición, generosa y fiel, daba colorido a las gradas del estadio AT&T, estaba ansiosa por divertirse del modo que fuera y recibió advertencias tras lanzar un par de veces el grito considerado homofóbico.
La noche se iluminó cuando el técnico desempolvó del banquillo a Hirving Chucky Lozano y el napolitano salvó la presentación con doblete. De paso, Martino evitó reproches por la no convocatoria de Javier Chicharito Hernández. Sin embargo, los nórdicos lucen como la carta fuerte de la seguidilla de partidos “moleros” ( dixit Ricardo Ferretti) que viene en cascada entre amistosos, Nations League y Copa Oro… Apenas se antoja el choque contra Nigeria.
La selección y el futbol mexicano están de vuelta anclado a la Concacaf, su cárcel de oro. Queda en el recuerdo como una bocanada de aire fresco las recientes giras por Europa. Para ganar roce, Gerardo Torrado, director de selecciones, podría formarse en la fila para ver si después de enfrentar al equipo de las barras y las estrellas rivales de la talla de Suiza desean y pueden jugar ante el Tri.
La Liga Mx también tiene deuda y debe ponerse al corriente con las televisoras que transmiten sus juegos, a las que debe su supervivencia en el año del Covid-19. Hoy más que nunca el futbol mexicano está en manos de los consorcios televisivos, incluso, hay quienes opinan que sin ese respaldo algunos clubes hubieran desaparecido, porque la ayuda que envió FIFA fue mero paliativo. Vienen más torneos con repechaje para comenzar a saldar el rezago, es decir, cuatro partidos extra por certamen.
La rama Femenil debe aportar su cuota, a pesar de que –salvo honrosas excepciones-- los equipos han sido apáticos para invertir en ellas, se tiene como meta captar más televidentes y patrocinadores para que sean transmitidos “todos los partidos”, se anunció tras la asamblea de dueños. Habrá Campeón de campeones y los federativos añaden el gancho de permitir dos extranjeras… Queda claro que la mejora salarial llegará sólo como consecuencia del eventual éxito.
Tigres lleva varios pasos de ventaja, ha hecho la tarea con equipos femeniles y se dispone a la conquista de su cuarto título, cuando hoy reciba a las Chivas de Édgar Mejía, que llegan a la cita con marcador adverso. Comandadas por Stephany Mayor, las felinas estarán respaldadas por un público que olfatea la gloria y se desbordó en busca de boletos para confirmar que son la mejor afición del país, no sólo en el futbol de hombres.
El eje que hace girar al balompié mexicano ha sido, es y –todo indica– seguirá siendo el aspecto económico. El grueso de las decisiones giran en torno a él. Lo deportivo se aplaza invariablemente. Dos botones de muestra: El cetro se abarata con 12 aspirantes de 18 clubes, peor aún, se premia la mediocridad con la reducción de multas a los peores cocientes y con la continuidad del no descenso por cuatro años más.
No es buena noticia la eliminación del gol de visitante. Era la pimienta de la liguilla e implicaba degustar el morboso placer de ver caer al favorito, así como la certeza de que habría una apetecible cuota de goles y emociones, tan escasas a lo largo del torneo regular… A con-trarreloj, la Sub-23 inicia preparación hacia Tokio en gira por España, el equipo de Jaime Lozano tendrá como rival a Rumania el sábado.