Los formatos digital y análogo de la fotografía permiten una intimidad similar, sostiene León Chiprout, quien ha vivido la explosión técnica en esa disciplina a lo largo de 32 años de carrera y que atraviesa su libro Profoundly superficial (editorial Colectivo Entrópico), el cual se presentó de forma virtual el 27 de mayo en el Centro de la Imagen.
“A la hora de capturar la foto no veo mucha diferencia entre lo digital y lo análogo: la intimidad e interacción con el sujeto frente a la lente es la misma. El laboratorio sí es un proceso muy íntimo, pero en el mundo digital la edición, el retoque y la corrección de color también lo es”, menciona el también cinefotógrafo en entrevista.
Agrega que “nada más la forma es diferente. Uno es sin químicos y otro sí; en uno te encerrabas con la luz roja y en otro puedes estar en la sala de tu casa u oficina. Cuando hay intimidad, hay: no importa el medio”.
Chiprout relata que es director de fotografía en la industria del cine y fotógrafo de foto fija desde hace 32 años, y su libro, dice, “es un viaje, no una recopilación, a través de mi mirada como hacedor u obrero de la imagen en estas disciplinas, y de cómo mi visión ha ido cambiando con la transición de la época análoga de la película a la era digital.
“Hay un cambio de mirada, de percepción en estas décadas, que tiene que ver con la madurez o el desarrollo propio de la persona. Guillermo Arriaga me hizo el favor de escribir un texto. Yo quería que fuera de alguien que tuviera una visión muy profunda de la imagen.”
El autor menciona que representar el movimiento en la fotografía “es mucho más complejo y difícil, lograr que la interacción del lente o del fotógrafo con el personaje o con el objeto ya tengan una cualidad o una calidad kinética per se sin tener que barrer la imagen.
“Eso tiene que ver con la energía o la interacción de la energía kinética que hay entre el lente y la persona o el objeto, incluso. Hay mucho de eso en mi libro, pero también en mi persona. No me puedo quedar quieto; siempre me estoy moviendo. Eso se representa en las fotos.”
León Chiprout explica que “lo estático y lo que se mueve son dos polos de la misma cosa. Lo estático se mueve y lo que se mueve es estático. Lo mismo que el título, Profundamente superficial, una frase de Andy Warhol muy famosa. A mí me hizo mucho clic porque ves el movimiento y la contemplación en las imágenes”.
Las fotografías reunidas en su libro, agrega, tienen estas dos partes: “lo profundamente muy superficial, estas imágenes de moda de los años 90, Jean Paul Gautier, el diseñador francés, y de pronto son muy contemplativas, que tomé en mis retiros de budismo zen en Japón. Tienen mucho las partes superficial y profunda, pero creo que se mezclan”.
Emplea el recurso de, en algunas fotografías, “poner una frase confrontativa y a la vez contemplativa”, con el fin de “tratar de despertar en el espectador una reacción y una reflexión a la vez, no nada más con las imágenes, que son 99 por ciento del libro”.
En su disciplina, menciona Chiprout, “hay que buscar la médula espinal de las imágenes. Cuando representan algo medular de la experiencia humana tienen mucho más impacto y hay mayor posibilidad de que haya una conversación con el espectador, pero debe ser algo fundamental, casi preverbal, prepensamiento, más intuitivo y de la tripa. Eso facilita el diálogo y tiene otro impacto la imagen”.
Sobre la explosión de los medios digitales, Chiprout rechaza que vaya a la par con el conocimiento técnico: “Quienes están interesados en la fotografía se adaptan a las nuevas reglas digitales y se nota que son fotógrafos, hacedores de imagen, que se preparan, pero la mayoría de las personas, incluso quienes hacen buenas fotos, no tienen idea de cómo funciona el diafragma de una lente o de lo que es la velocidad de obturación.
“Muchas de las que están publicando por todos lados sí tienen cosas interesantes, pero ni la mínima idea de la técnica, de teoría de la composición. Ser fotógrafo o un cinefotógrafo y tener consistencia no tiene que ver con el teléfono o la cámara que tienes, sino con el conocimiento más profundo de la creación de la imagen.”
Chiprout adelanta que prepara un nuevo libro: Zazoom, que se refiere a zazen (meditar sentado), para referirse a una meditación a través de la plataforma Zoom de personas de 13 países durante la pandemia.
“No es gente meditando así normalito. Sólo tomé 100 fotos y todas cuentan historias de practicantes de meditación atravesando las limitaciones de tiempo y espacio. Son más sórdidas que todo lo que he hecho antes, porque busqué imágenes muy particulares de personas en estados mentales y en condiciones externas muy raras.”