La Librería de los Escritores, que con sus 10 años de existencia se ha convertido en referente en el fomento al libro y la lectura en Aguascalientes, anunció su cierre a partir del 5 de junio.
Esto no significa la desaparición del proyecto, aclaró Vania Morales González, fundadora y propietaria de ese espacio al lado de su esposo, Gerardo Hernández Ortiz, quienes han determinado dar la lucha hasta lo último para mantenerlo vivo.
La estrategia, explicó la librera a La Jornada, será proseguir con el esquema de ventas virtuales y entregas a domicilio, implementado el año pasado a raíz de la pandemia. De funcionar, se crearía una librería virtual en una plataforma digital y regresar en cuanto sea posible a un espacio físico.
“Aunque nuestra tienda esté cerrada, nuestro equipo no dejará de funcionar a pleno rendimiento, no pararemos”, consigna el mensaje de despedida que la librería compartió en su página en Facebook, desde donde se puede consultar parte de su catálogo y hacer pedidos, lo mismo que a través de su cuenta de Instragram y en los números de WhatsApp 449166-9418 y 449180-6190.
La Librería de los Escritores es una de los 20 establecimientos de su tipo en la capital de Aguascalientes, contando a las de viejo y las cinco de temática religiosa. Es la única en esa locación que cuenta con temática de género y feminismo. A la fecha, posee un inventario de unos 20 mil ejemplares.
Problemas desde 2019
La determinación de cerrar su local, ubicado en el centro de la capital de Aguascalientes, en la calle de Madero, respondió a que “resultaba incosteable mantener la renta y los gastos de este espacio”.
Las razones se deben a problemas económicos que el negocio venía arrastrando desde que en 2019 debió cerrar su primer sucursal, ubicada en Casa Terán, también en el centro aguascalentense, debido a problemas estructurales del edificio, lo cual obligó a que la sucursal de la calle de Madero, abierta en 2018, financiara la nómina de aquel negocio. Incluso, en agosto pasado, solicitó el apoyo de la sociedad civil por medio de donativos.
A lo anterior, indicó Vania Morales, se sumó que, con el cambio de administración, el Fondo de Cultura Económica le quitó su representatividad en las ferias del libro de Zacatecas y San Luis Potosí, algo similar ocurrió con Pinguin Random House.
La puntilla vino con la pandemia, que obligó al cierre de escuelas, cancelación de ferias de libro y asesorías sobre temas de literatura infantil y juvenil, que para la librería representaban importantes fuentes de recursos.
“Veremos ahora cómo manejar la situación, no sabemos cómo vaya a funcionar. El tema de cerrar el proyecto como tal, no sólo el espacio físico, es una realidad que consideramos, pero agotaremos antes todas las formas para poder continuar”, dijo la librera.