Mexicali. El Gobierno de Estados Unidos incrementó la vigilancia, terrestre, aérea y marítima frente a las costas de San Diego para disuadir el ingreso ilegal de embarcaciones con migrantes desde Tijuana.
Desde México, el crimen organizado usa de manera tradicional la playa del área recreativa de Popotla, al norte de Rosarito, para que embarcaciones zarpen con migrantes hacia California.
La mañana del 2 de mayo de 2021 se impactó una embarcación en riscos frente a las costas de San Diego que dejó cuatro migrantes muertos y una veintena de heridos. El barco se destruyó por lo que los migrantes nadaron hacia la playa y otros fueron rescatados del mar.
Apenas 15 días después, la madrugada del 17 mayo, la Guardia Costera interceptó una panga con 23 migrantes, a la altura de a costa de Point Loma, California.
Los viajes de barcos y pangas son frecuentes en esta travesía. El 13 enero de 2021, Aduanas y Protección Fronteriza interceptó frente a costas de California una panga que transportaba a 20 migrantes mexicanos, entre ellas tres mujeres, y también a un barco que llevaba 151 kilogramos de metanfetamina procedente de Tijuana.
Para las autoridades estadounidenses estos contrabandistas solo les interesa el dinero y ponen en riesgo las vidas de las personas al incumplir las medidas de seguridad y viajan con exceso de carga.
Aseguran que los traficantes de personas "no se adhieren a las normas de seguridad para la navegación", toda vez que emprenden travesías largas y peligrosas con embarcaciones sobrecargadas que viajan sin luces ni equipo de seguridad.
El subdirector de Operaciones Aéreas y Marinas de Aduanas y Protección Fronteriza de San Diego, Brandon Tucker, señaló en un comunicado que los migrantes arriesgan su vida "en manos de contrabandistas que solo valoran el dinero que se les paga".
El aumento de patrullas se registrará durante cuatro días, hasta el martes 1 de junio, para coincidir con el fin de semana en que celebran el Día de los Caídos, fecha en la que se registra la presencia de botes recreativos en la bahía, situación que las organizaciones criminales intentan aprovechar y mezclarse entre estas actividades.
Patrullas de varias agencias de seguridad de Estados Unidos recorren la bahía de San Diego para detectar el contrabando de personas, así como en playas y puertos deportivos.
Con la instrumentación del Mecanismo de Coordinación Regional de San Diego se comparte servicios de inteligencia, cobertura, patrullajes y respuesta, además de aprovechar los recursos dedicados a asegurar las vías fluviales de San Diego y planificar operaciones que incluye a Aduanas y Protección Fronteriza, la Guardia Costera, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas e Investigaciones de Seguridad Nacional.