La decisión de la actual administración de dejar de exportar paulatinamente petróleo para procesarlo en el Sistema Nacional de Refinación (SNR), ratificada el miércoles por el presidente Andrés Manuel López Obrador, tendrá un efecto en las finanzas públicas al dejar de gastar el gobierno federal en la importación de gasolinas una cantidad que, a valores actuales, equivale a la mitad de lo que obtiene por la exportación de crudo.
Con la decisión se reducirán ingresos que serán parcialmente compensados por dejar de comprar combustibles en el extranjero, estimaron expertos en materia financiera.
Una de las repercusiones será en la balanza comercial porque el crudo refinado en Deer Park, aunque sea propiedad de Pemex y sea enviado a México se contará como importación debido a que la instalación industrial esta localizada en Houston, Texas, y bajo la legislación estadunidense en los libros contables se cataloga como exportaciones de aquel país.
Las últimas estadísticas petroleras, detallan que Pemex obtuvo en el primer cuatrimestre del año 6 mil 569 millones de dólares por exportaciones de crudo, pero gastó la mitad en importaciones de gasolinas (petrolíferos), que sumaron 3 mil 771 millones de dólares.
Ramses Pech, experto en materia energética y financiera explicó que en la parte de la balanza comercial de los hidrocarburos el petróleo que se envíe a la refinería de Deer Park también va a contabilizar como exportación de crudo.
“Lo que hay que analizar es ¿en cuánto se va a vender el crudo?, porque se puede otorgar un descuento de uno o dos dólares para minimizar los costos.”
También, agregó, se van a tener que importar gasolinas, diésel y turbosina, por lo que hay que definir a qué valor para calcular las cuentas de la balanza comercial.
Por otro lado, al dejar de exportar petróleo –que representó en el último cuatrimestre más de 6 mil millones de dólares–, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), encabezada por Arturo Herrera, deberá explicar cómo se van a compensar esas divisas en el presupuesto y sustituirlas en la Ley de Ingresos, porque una de las referencias básicas es la cotización esperada en el precio de la mezcla mexicana de exportación.
Además, esas divisas son una fuente de captación para la acumulación de las reservas internacionales del Banco de México, agregó.
La incógnita es qué variable se va ahora a incluir en la Ley de Ingresos y de dónde se van a obtener esas divisas que ya no van a estar dentro del presupuesto.
Por otro lado, el especialista aseguró que al utilizarse los 30 mil millones de pesos disponibles en el Fondo Nacional de Infraestructura (Fondin), como lo confirmó el secretario de Hacienda, se trastocará el programa de infraestructura en los estados que había sido anunciado. Ya no habrá recursos para obras como la rehabilitación de carreteras y caminos, entre otras.
Adicionalmente, se contraviene la normatividad de Banobras, cuya vocación es el financiamiento de infraestructura en el territorio nacional y no para pagar la compra de activos en el exterior.
En resumen, dijo, que para que la actual estrategia sea viable se requiere que lo más pronto posible las seis refinerías del SNR estén trabajando a 80 por ciento de su capacidad.
Datos oficiales señalan que la actual administración recibió a las refinerías con una capacidad de producción de 32 por ciento, debido a la falta de modernización y mantenimiento, con lo que aumentan los paros no programados.