El Tri sufrió ante Islandia hasta que apareció Hirving Lozano y marcó un doblete para resolver un duelo que estaba estancado en el estadio de los Vaqueros de Dallas.
Islandia aventajaba tras un error al minuto 14; Edson Álvarez quiso interrumpir el trayecto de un disparo y terminó por meterla en su propia portería.
Al minuto 60, el árbitro detuvo el partido por el grito insultante y homofóbico; era la segunda advertencia y el público no acató las invitaciones a dejar de hacerlo. En ese momento, El Tata Martino envió a la cancha a algunas de las piezas más efectivas del futbol nacional: Héctor Herrera, jugador del campeón español, Atlético de Madrid; a Hirving Lozano, goleador del Nápoles de la Serie A y a Néstor Araujo, del Celta de Vigo. Y el resultado fue inmediato.
Diego Lainez encabezó un contragolpe y habilitó al Chucky, quien definió el empate al 73. Cinco minutos más tarde, el delantero del Nápoles volvió a mandar el balón al fondo de la portería islandesa, esta vez con un tremendo testarazo.