Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la revista inglesa The Economist hizo una portada “majadera y mentirosa” al llamar a los electores a frenar al mandatario y a su partido. “Esta revista, ¿qué es lo que hace? El ridículo”, aseguró.
Durante la conferencia de prensa matutina, en medio de una respuesta sobre adversarios, cuando remarcaba que es un hombre feliz, sin rencores ni amarguras, introdujo el tema del semanario.
“Ahora sacó una revista inglesa un artículo muy propagandístico en contra nuestra, hasta me ponen en la portada, hasta me sentí importante”, dijo.
–The Economist, se le comentó.
–Sí. Pues es normal, están muy molestos quienes apoyaron durante mucho tiempo el modelo neoliberal, que no es más que una política de pillaje.
Ese tipo de publicaciones –consideró– es una muestra de enojo porque la gente dijo ‘basta’ al saqueo.
“Entonces, sacan esta portada, majadera, muy grosera, desde luego mentirosa llamándome ‘el falso mesías’. ¿Se acuerdan aquello del ‘mesías tropical’? Pues es lo mismo. Y todavía con falta de ética llaman a los mexicanos a que no voten por lo que nosotros podemos representar”.
“¿Cómo una revista extranjera…? Es como si yo voy al Reino Unido y le pido a los ingleses que voten por mi amigo Corbyn del Partido Laborista; pues yo no puedo hacer eso, porque eso le corresponde a los ingleses ¿Por qué no respetan ni siquiera las formas?”, señaló.
La conferencia continuó con una pregunta relacionada con la nota diplomática enviada por el gobierno mexicano a su contraparte estadunidense, el pasado 6 de mayo, para que suspenda el financiamiento (de 2.5 millones de dólares) a Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, al que López Obrador considera un grupo político disfrazado de asociación civil.
Insistió en una respuesta de Washington porque no se puede auspiciar desde el exterior a un opositor de gobierno legal y legítimo de México, más aún a pocos días de la jornada electoral.
Sin embargo, dejó claro que en ningún caso sancionará ni se aplicará la expulsión que marca el artículo 33 constitucional para los extranjeros que se inmiscuyen en asuntos domésticos, porque esa práctica fue herramienta, desde el siglo XIX, de gobiernos autoritarios, incluso hace algunos años contra simpatizantes de los zapatistas.
Pero enseguida retomó el tema del semanario inglés y subrayó que ese tipo de publicaciones están condenadas al ridículo porque el pueblo de México no se deja manipular.
Minutos antes, el López Obrador había refrendado el valor de ir a votar el 6 de junio, como la única forma de combatir la compra de votos, de cambiar la tendencia porque en México “nunca ha habido democracia”, salvo en muy pocos momentos.
Sin mencionarla por su nombre, dijo que la revista debe hacerse responsable de sus acciones porque los excesos lo único que provocan es hacer el ridículo, “y en el periodismo y en la política se puede hacer todo, pero procurar no hacer el ridículo”.
Imagínense, agregó, una portada como si fuese un cartel. “Es una propaganda muy ramplona, de pasquín”, en un contexto en el que, de por sí, los medios de información atraviesan una crisis de credibilidad.
De tal manera, remató, “si esas revistas famosas no cambian su política editorial y no actúan con ética, pues no las van a leer ni en Londres”.