El problema de la violencia policial “está arraigado en las instituciones” de Colombia, donde además impera la impunidad, coincidieron organizaciones defensoras de derechos humanos de ese país.
En un conversatorio virtual organizado por la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), el Grupo de Trabajo de América Latina (LAWG), el Instituto de Paz de Estados Unidos, entre otros, Alejandro Lanz Sánchez, codirector de la organización Temblores, expuso que desde el 28 de abril pasado, cuando inició el paro nacional en rechazo a las políticas del presidente Iván Duque, han documentado al menos 3 mil 405 hechos de violencia perpetrada por policías.
Puntualizó que entre estos ataques hay mil 133 víctimas de violencia física, 22 hechos de agresiones sexuales y 43 homicidios. Además, “hemos documentado también 648 intervenciones violentas”, es decir que en protestas pacíficas se irrumpió para atacar a las personas, y mil 445 retenciones arbitrarias.
Adam Isacson, director para Veeduría de Defensa-WOLA, mencionó que en Colombia, en los últimos años, 7 millones de personas –de una población de 50 millones– han caído en la pobreza y mucho más están en riesgo de pasar a esta condición. “Casi la tercera parte de los jóvenes entre 15 y 30 años no tienen trabajo ni están asistiendo a la escuela, es una vida que carece de esperanza”.
Por su parte, Lisa Haugaard, codirectora de LAWG, resaltó que las protestas en Colombia han sido “un momento sin precedentes donde vemos a todos los sectores manifestándose, con mucho liderazgo de jóvenes en toda la nación”.