El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que ante los conflictos sindicales y sociales procura “actuar como juez, pero justo”.
En la conferencia de prensa matutina, se le preguntó su opinión sobre el conflicto en la mina de San Rafael, ubicada en Cosalá, Sinaloa, y la versión que circula entre los trabajadores en el sentido de que ya pactó con la concesionaria, la canadiense Americas Gold and Silver. “Ah, no, pues eso sí calienta”, respondió.
Ante la posibilidad de un recrudecimiento en el conflicto, que tiene paradas las operaciones de la mina desde hace más de un año, el mandatario dijo que pedirá ayuda al senador Napoleón Gómez Urrutia, dirigente nacional del Sindicato Minero, pero también a la empresa, al tiempo de lamentar que haya compañías que no pagan impuestos.
“Son muy pocas las empresas mineras extranjeras y nacionales que no cumplen, les puedo decir que sólo hay dos o tres conflictos mineros, uno es éste de Cosalá y el otro es en Taxco, donde lleva años una huelga”.
Otro conflicto, agregó, que tiene que ver con la empresa, cuyos directivos deben “recapacitar porque no estaban o no están pagando impuestos y yo creo que están mal asesorados. Es una empresa canadiense y quieren irse a un tribunal internacional para buscar que les den la razón de algo que es totalmente improcedente. Deben pagar impuestos y no los están pagando”, además de que es una defraudación fiscal, “pero se puede llegar también a un acuerdo, a un arreglo”.
La mañanera de ayer fue muy diversa. Inició con exposiciones de funcionarios sobre la vacuna anti-Covid y el Tren Maya; luego, en la ronda de preguntas, el mandatario respondió del caso Ayotzinapa; dijo que hay una persona en Estados Unidos vinculada al expediente, aunque omitió detalles, “para no cometer alguna imprudencia”.
De ahí pasó al tema Tamaulipas y al electoral; respondió a una cascada de peticiones sobre sembradores, pescadores, controladores aéreos, acaparamiento de agua, compra de gasolina en el gobierno capitalino, entre otros (con todo y que los lineamientos de la conferencia prohíben que los asistentes hagan gestiones).
Casi dos horas después, en punto de las 10:48, el Presidente salió rumbo al aeropuerto. Se dijo extraoficialmente que viajaría a Ciudad Obregón, Sonora, para dar seguimiento a programas de desarrollo urbano, pero no se confirmó la especie.
El fin de semana irá al sureste, como él mismo confirmó al salir de Palacio en el asiento del copiloto.
En el Zócalo, algunas personas lo saludaron cuando el automóvil se detuvo en el semáforo de la esquina que forma Plaza de la Constitución y avenida Pino Suárez. Un señor se acercó a la ventanilla y gritó: “arriba Morena, todo con Morena”. El mandatario sonrió.