En su versión para Latinoamérica, la publicación inglesa The Economist se asomó con portada ruidosa al escenario electoral mexicano para criticar con dureza al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y exhortar abiertamente a los opositores a sufragar el próximo seis de junio contra Morena y sus aliados.
No gozan de particular aprecio los análisis ni las portadas de revistas extranjeras sobre los sucesos mexicanos. Basta recordar el vergonzoso caso de Time, la publicación estadunidense que en febrero de 2014 colocó en su portada el fallido Saving Mexico, como ahora The Economist lo hace con AMLO al calificarlo como un “falso mesías”.
Ya en la recta final de un accidentado proceso electoral, todo es pasado por visiones partidistas que con frecuencia resultan ácidas, rudas. Pero también saltan expresiones irónicas como la referencia que ayer hizo el presidente de México al ungüento Vitacilina, medicamento de venta libre que es muy usado en caso de raspones, quemaduras e irritaciones.
López Obrador lo recomendó a sus adversarios políticos para sanar las molestias causadas por la compra de 50 por ciento de las acciones de una refinería ubicada en Houston, Texas, con lo cual México se queda ya con el total de esa empresa, dado que nuestra nación ya era propietaria del otro 50 por ciento. ¡Ah, qué buena medicina!, es el famoso estribillo de tal producto ahora recetado para malestares políticos.
El dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Baja California, Carlos Jiménez, renegó ayer de la candidatura de María Guadalupe Jones Garay, postulada al gobierno del estado por el PRI, Acción Nacional (PAN) y lo que queda del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y pidió que los votos del tricolor se emitieran a favor de Jorge Hank Rhon, el multimillonario estrambótico y turbio postulado de manera contranatura por el evangélico Partido Encuentro Solidario (PES).
No deja de ser indicativo de un timón desconchinflado que luego del anuncio estatal hubiera aparecido el presidente nacional priísta, Alejandro Moreno Cárdenas, autodenominado Alito, para sostener un centralista apoyo tricolor a Lupita Jones, pues confesó, nadie le tomó parecer sobre lo anunciado en Baja California.
Traición, llamó Alito al golpe propagandístico que cimbra la insustancial candidatura de la ex reina mundial de belleza y da aliento a la aspiración del hijo del difunto profesor Carlos Hank González, quien de una posición económica modesta, pasó a forjar una enorme fortuna a su paso por cargos públicos. Alito hizo una cuidada alusión a lo que tanto se menciona en aquella entidad respecto a los negocios de Hank Rhon, dueño del negocio de apuestas deportivas Grupo Caliente: dijo Moreno que el PRI no apoyaría la candidatura de alguien “que abone al riesgo que vive México”.
En Chihuahua, a su vez, el PRI se esfuerza por restablecer alianza estatal con el PAN (que en Baja California queda lastimada). La priísta Graciela Ortiz declinó a favor de María Eugenia (Maru) Campos, postulada por el partido blanquiazul, con el propósito de cerrar el paso al abanderado de Morena, Partido del Trabajo y Nueva Alianza, Juan Carlos Loera.
Astillas
Ya se prepara el día siguiente a las elecciones: David Cohen, subdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), está en México como inusual avanzada para preparar la visita de la vicepresidenta Kamala Harris. ¿El subdirector de la CIA? Pues, sí No podría ser de otra manera: la secretaria de Gobernación actuó ayer conforme a la realidad jurídica del momento, así que incorporó al tamaulipeco Francisco Javier García Cabeza de Vaca en una conferencia por vía de Internet con gobernadores estatales Y, mientras ha sido detenido Florian Tudor, el presunto jefe de la mafia rumana que durante años se mantuvo libre y actuante en el sureste de México, ¡hasta el próximo lunes, con el tic tac electoral en su última semana antes de las urnas!
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