Las previsiones de crecimiento para la economía mexicana de este año han mejorado a partir de datos positivos mejores a lo esperado durante el primer trimestre, de acuerdo con la opinión mayoritaria de los miembros de la junta de gobierno del Banco de México (BdeM).
De acuerdo con las minutas de la reunión de política monetaria del pasado 13 de mayo, en el que por decisión unánime el banco central dejó en 4 por ciento la tasa de referencia, la economía mexicana es impulsada principalmente por la demanda externa.
Algunos miembros del instituto central destacaron como motivos de la mejora en los pronósticos de crecimiento económico el avance en el proceso de la reactivación, la reapertura gradual de las actividades y un desempeño económico mejor al esperado luego del impacto de la pandemia de Covid-19.
Un par de semanas después el BdeM divulga las minutas de la reunión de política monetaria; sin embargo, no identifica el nombre del miembro de la junta de gobierno que hace los comentarios referidos.
De esta forma, entre los factores que podrían impulsar el crecimiento económico del país, un integrante del banco agregó la posibilidad de que se observen mayores ingresos por remesas y que se dé una mayor demanda externa en combinación con el T-MEC, lo cual podría estimular la inversión en el país.
En tanto, entre los riesgos que podrían generar menor crecimiento, la mayoría de los integrantes de la junta de gobierno destacó los asociados a la evolución de la pandemia y posibles retrasos en el programa de vacunación.
En este sentido, se agregó la volatilidad en los mercados financieros y las afectaciones en el suministro de insumos; mientras otro miembro señaló el riesgo derivado del próximo proceso electoral por el retorno de un ambiente de aversión al riesgo.
Inflación superior a lo esperado
Respecto a la inflación, todos los integrantes mencionaron que ésta tuvo un aumento significativo, y mayor a lo esperado, el cual fue resultado del efecto de una baja base de comparación de los precios de los energéticos.
La mayoría agregó que al alto nivel de carestía contribuyeron las presiones en los precios de las materias primas.
Un miembro destacó el incremento desproporcionado en los precios de algunos productos específicos y enfatizó que el aumento en la inflación no implica un incremento generalizado en todos los productos.
La junta de gobierno señaló que ya se anticipaba un aumento y que las expectativas de inflación para 2021 se elevaron, pero a mediano y largo plazos se mantuvieron estables, en niveles superiores a la meta de 3 por ciento. No obstante, coincidieron que es transitoria y se regresará al objetivo en el segundo trimestre de 2022.
Sobre el consumo, la mayoría comentó que si bien ha mostrado cierta recuperación, sigue por debajo del nivel previo a la pandemia. En tanto, uno destacó que este se ha visto apoyado por el aumento en el envío de remesas.
Respecto de la inversión, se resaltó que sigue mostrando atonía. En febrero se ubicó 7.42 por ciento por debajo del nivel registrado a inicios de 2020 y un miembro señaló que ha mostrado debilidad en su desempeño por varios años.
Otro destacó que el gobierno no ha hecho lo suficiente para contrarrestar el sentimiento de incertidumbre que prevalece en el sector empresarial en torno al respeto al Estado de derecho, por lo que no se anticipa una recuperación vigorosa de la inversión.