Mauricio Hernández, Aczino, recuerda su rima definitoria de 2015: “Yo sí soy un engreído, / un presumido, / un crecido, / sí, un maldito malnacido, / pero hay algo que no pueden negar del Aczino, / que es el mejor maldito freestylero que se ha parido”.
No fue ni la primera ni la última con la que causó una impresión memorable. “Ese año fue muy bueno; ahorita me siento muy bien de nivel, pienso que puedo ganarle a cualquiera, si practico y entreno, pero en ese año me sentía más natural, abría la boca y salían las cosas, no tenía que esforzarme tanto como ahora, que tengo que fijarme más en las rimas y en no repetir, antes nomás rapeaba.
“No es que pensara: ‘Voy a hacer una rima superincreíble’; simplemente contesté y quedó muy bien.”
Con 29 años, Aczino, de Nezahualcóyotl, es uno de los competidores con más experiencia y triunfos internacionales en batallas de rimas, dueño de un estilo fluido y agresivo, que se convirtió en una referencia del rap hispanoparlante, tanto, que el día que obtuvo su primera copa internacional de Red Bull en la Arena México, en 2017, el rapero español Arkano salió con una chaqueta igual a la de Aczino, una especie de juego sicológico para neutralizar el favoritismo del público: “Fue raro, porque luego luego se me ocurrió esa rima de ‘los niños siempre quieren ser como sus superhéroes’. Lo escuché en una propaganda gringa de Coca para burlar a Pepsi; fue una rima muy fuerte para su respuesta”.
La diferencia entre un combate perfecto y una derrota es de pocos segundos, pero la preparación es extensa: “Para una competencia, la preparación lleva meses, desde que acaba un concurso al año siguiente; por ejemplo, el año pasado, cuando perdí la Red Bull, al día siguiente ya estaba entrenando para este año. Nos preparamos porque ya sabemos la fecha con anticipación en las competencias mundiales, cada una se ejecuta de forma diferente. Hay que practicar siempre. Obviamente, hay tiempo para celebrar como para deprimirte; a veces, después de que pierdo una competencia fuerte ando un mes hasta sin ver batallas, ando decepcionado y pienso que no voy a batallar más”.
Las redes juegan en contra
Con las ligas nacionales Fms (freestyle masters series) multiplicándose en el continente y un porcentaje de estrellas pop virales que salieron de esas competencias, buena cantidad de fans preadolescentes crecen más cerca de los comentarios de YouTube que de una cultura que se distingue por su cercanía a las calles. Los competidores también sufren el rigor de la exposición en las redes: “Es otro mundo; a nosotros no nos pasaba eso. Nuestras redes a esa edad no eran tan grandes; es una experiencia que, en muchos casos, les ha jugado en contra. Ahora es más fácil destacar si tienes el talento; los buenos tienen posibilidad de progresar por las plataformas, pero también tienen más competencia que en cualquier otra época”.
En sus mejores batallas, Aczino transmite la intención de querer destruir al rival y utiliza sus ganas de triunfar para elevarse sobre su oponente: “Ganar se trata de tener un buen día. Si supiera la fórmula para rapear así lo haría siempre. Mi fórmula es estar tranquilo, pensar en los rivales, practicar; a veces, aunque estés motivado, tienes un mal día y no salen las ideas. A veces, en un mal día, en el que no has comido o vas llegando de un vuelo muy largo, tienes la mejor batalla de tu vida; es muy irregular.
“El freestyle no es como un deporte que requiere una constancia física; nosotros creamos de la nada y eso hace que a veces no se cree nada.”
Si existiera una fórmula para la batalla de rap perfecta, ¿la compartiría?: “Sí, creo que cuando uno compite lo mejor es ganar a los mejores en su mejor momento. Cuando un rival compite conmigo y se traba, no es una victoria que yo festeje particularmente. Si pudiera hacer que todos estuvieran en su máximo nivel, sería muy chido”.
Entre el 6 y 22 de agosto Aczino participará de la competencia internacional God Level Grand Slam.