La Paz. El ex ministro de Gobierno del régimen golpista de Bolivia Arturo Murillo fue arrestado en Estados Unidos acusado de corrupción y lavado de dinero, en un caso de sobornos que implica a empresatios estadunidenses que al parecer vendían gas lacrimógeno.
Murillo y otras cuatro personas fueron arrestadas el 21 y 22 de mayo en los estados de Florida y Georgia, donde enfrentan “cargos relacionados a su presunta participación en un esquema de sobornos y lavado de dinero”, informó el Departamento de Justicia en un comunicado.
Murillo, ministro de la golpista Jeanine Áñez, fue acusado de recibir sobornos de una compañía estadunidense para asegurar un contrato con el Estado boliviano, y posteriormente utilizar el sistema financiero de Washington para lavar ese dinero.
Según el Departamento de Justicia, de ser encontrado culpable, Murillo puede ser condenado a una pena hasta de 20 años de prisión.
La detención fue anunciada horas después de que el actual ministro de Gobierno, Carlos del Castillo, informó que el gobierno del presidente Luis Arce solicitó a Estados Unidos la extradición de Murillo y del ex ministro de Defensa Luis Fernando López para que sean juzgados en Bolivia.
Soborno y lavado de dinero
Los procesos giran en torno a un contrato por 5.6 millones de dólares para proveer gas lacrimógeno y pertrechos no letales al gobierno de Bolivia que encabezó Áñez.
Los implicados en esta trama habrían ayudado a una empresa con sede en Florida a obtener un contrato por 5.6 millones de dólares para proveer el material a Bolivia con un sobreprecio de 2.4 millones de dólares.
Murillo y López salieron de Bolivia el 6 de noviembre de 2020, dos días antes de la asunción de Arce, y terminaron refugiándose en Estados Unidos, donde alegaron ser víctimas de persecución política.
Del Castillo sostuvo antier que se trata de un “clan mafioso” que se conformó en casi un año de gobierno de Áñez.
También fueron detenidos Rodrigo Méndez, ex jefe de gabinete de Murillo; Daniel Aliss Paredes, cuñado del ex ministro de Gobierno, y Daniel Bellot, miembro de su equipo de seguridad.
Murillo tiene varios procesos abiertos en Bolivia.
Áñez se encuentra detenida desde marzo acusada de “terrorismo, sedición y conspiración” por participar en el golpe de Estado contra el presidente Evo Morales en noviembre de 2019.
