Con un nuevo plan que incluye la compra a Shell de la refinería Deer Park, ubicada en Texas, el presidente Andrés Manuel López Obrador refrendó el compromiso de lograr la autosuficiencia en gasolina y otros combustibles para 2023, además de suspender las exportaciones de petróleo: no extraer más allá de lo que se requiere para el mercado interno a fin de cuidar el recurso y dejar herencia a las nuevas generaciones.
“Tenemos para extraer más de 3 millones de barriles diarios, pero hemos decidido no producir más de 2 millones, esto va a significar que vamos a dejar más reservas probadas que las que encontramos”, expuso ante la prensa.
Acompañado en Palacio Nacional por funcionarios del sector energético, dijo que actualmente México importa el 60 por ciento de las gasolinas, y “nos convertimos en el país petrolero que más compra” este y otros petrolíferos.
Entonces, añadió, “ahora se está llevando a cabo un cambio, dirían los tecnócratas, un cambio de paradigma o un nuevo plan de negocios”.
“Ya no vamos en el futuro a vender petróleo crudo y a comprar gasolinas, vamos a producir en México, Pemex va a tener la capacidad para producir los combustibles que requiere en el país”, por lo cual “estamos decididos a que para 2023 dejemos ya de comprar las gasolinas. Y esto, repito, nos va significar autosuficiencia, seguridad nacional –porque no somos dependientes– y algo muy importante, que no aumenten los precios de los combustibles.”
Sostuvo que la compra de Deer Park es un buen negocio y un hecho histórico para el país, cuya inversión, de 596 millones de dólares se recuperará en dos o tres años.
Y enseguida explicó que para conseguir el objetivo de autosuficiencia no basta con la proyección de la refinería Dos Bocas (actualmente en construcción); se requería, dijo, una planta adicional, de al menos 200 mil barriles, para sumarla a las seis refinerías existentes, cuya situación era lamentable y apenas operaban a 32 por ciento de su capacidad instalada al inicio del sexenio.
“Teníamos dos opciones, reiniciar un tren de refinación en Cangrejera para procesar 100 mil barriles o adquirir Deer Park”, con capacidad para procesar 340 mil barriles.
El plan es ya no “vender naranjas para comprar jugo”, sino lograr la autosuficiencia energética.
Tras la compra de acciones a Shell, el mandatario dijo que estaba “lo que le sigue de contento” porque es una buena noticia y un hecho histórico para el país. De paso subrayó que la economía del país “está muy bien, nos estamos recuperando”.
El objetivo del gobierno de López Obrador es fortalecer a Pemex y a la CFE, con base en un nuevo marco legal.
Por ello lamentó que el Poder Judicial se haya convertido en una instancia para defender a grupos de intereses creados –e impedir la consolidación de Pemex– al suspender las leyes de hidrocarburos y de la industria eléctrica. “Con los jueces está más complicado”, advirtió.
Sin embargo aclaró que los cambios en marcha no significan la suspensión de los contratos entregados el sexenio pasado, aun cuando de 107 a lo mucho están en activo 10, es decir, dijo, no llegó la inversión a raudales prometida por la reforma energética.
“Yo no sé cómo es que hay gente que quiere que regrese ese desastre, esa corrupción, sólo que fuésemos masoquistas”, señaló.
El mandatario sostuvo que “el petróleo es el mejor negocio del mundo”; argumentó que el historial negativo en México se asocia a los actos de corrupción, como Odebrecht, no por la calidad del crudo.
Y al citar la frase “sólo un traidor entrega su país a los extranjeros”, cuya autoría se atribuye al presidente López Mateos, el mandatario remató: “México es nuestro, aunque no le guste a los conservadores”.