Karina Carsolio Ávila, hija de los grandes montañistas Elsa Ávila y Carlos Carsolio, emprende su propia historia como corredora de montaña, y tras las restricciones de competencias por la pandemia, en julio próximo retomará en Europa su participación en el circuito mundial de la Golden Trail World Series y la Sky Worl Running Series.
Heredera del conocimiento familiar sobre las técnicas en la montaña, se ha desarrollado en las carreras de altura a la par de sus estudios de medicina ginecológica, titulada el año pasado en la UNAM, y se desempeña asistiendo partos naturales, cultura que también ha adquirido en las montañas, fundamentalmente en Perú y Coetzala.
“Empece a correr paralelo a la medicina, los he combinado y para mí ha sido un esfuerzo del día a día, y sin embargo creo que no podría haber hecho uno sin el otro. Siento que el correr me da una forma de despejar mi mente, y la medicina me hace disciplinada y con mucho enfoque, así que aprendí a complementarlos muy bien”, anota la deportista, desde niña también se identificada con la medicina alópata, la herbolaria y la nutrición.
“Este año será sabático de la profesión y me dedicaré a correr, lo que no pude hacer al cien durante siete años. Pero ahora iré a los circuitos a los que no pude acudir el año pasado por el Covid”, señaló la atleta, quien celebró la idea de que la práctica de la carrera de montaña se haya multiplicado por la pandemia, lo que atribuye a la necesidad de conectar con la naturaleza.
Al preguntarle sobre la tragedia sucedida la semana pasada en la carrera de ultramaratón de altura en la provincia china de Gansu, donde fallecieron de hipotermia 21 participantes sorprendidos por una tromba, Karina lamentó el hecho y destacó la importancia de que los corredores y deportistas de aventura, en general, se adentren en la preparación técnica para saber orientarse en la montaña y enfrentar incluso fenómenos meteorológicos.