En su más reciente producción discográfica, Cuatro serenatas para guitarra, el guitarrista mexicano Jorge Lechuga Amelco se ha propuesto rescatar y exaltar en el ámbito de la música académica la condición intrínsecamente romántica de ese instrumento.
Fue así que trabajó de la mano de su amigo el compositor Héctor Hellion en la creación de un ciclo de cuatro obras que buscan la conquista o la reconquista de la persona amada, del amor, por medio de la música.
“Este material nace de la inspiración de lo que significa una serenata. La serenata es una forma musical en la que la noche juega un papel determinante, y es lo que quise remarcar ahora, no sólo con la grabación de esas piezas, sino con la elaboración de la portada de disco, en la que dibujé a un juglar con su guitarra al lado de su amada compartiendo la magia de la música”, explica el intérprete.
“La idea de esta producción es retomar esa parte romántica de la guitarra, pero dentro de la música culta. Es regresar un poco al origen del instrumento, a la idea del sereno y de la noche.”
Nacido en 1988 en la Ciudad de México, Jorge Lechuga destaca que si bien la factura de las obras de Héctor Hellion es contemporánea, resulta “muy disfrutable” para el escucha, merced su propuesta melódica y armónica con tintes jazzísticos. “No se salen del margen, tienen un aire de Chopin; son lentas y a la vez profundas, románticas, pero no en términos de estilo, sino de su naturaleza amable, cálida y amorosa”.
Este material –que se encontrará disponible entre el 3 y el 10 de junio en las principales plataformas digitales de música, como Apple, Google, Spotify y YouTube–, es parte del derrotero asumido por el músico mexicano de promover y difundir la obra contemporánea para guitarra de autores latinoamericanos.
En entrevista, resalta que es un repertorio cada vez más rico en cantidad y calidad al cual todavía resulta difícil tener acceso tanto para el intérprete como para el público
“Lo que busco es brindar material de calidad, que el público escuche música nueva y a compositores de nuestra región, música amable para el oído, digerible, y permita hallar un espacio de introspección para encontrarse a sí mismo. La música contemporánea no tiene que ser aburrida ni inaccesible, es un universo en exploración.”