A once días de las elecciones, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) enfrenta una huelga y el cierre de su sede nacional por trabajadores que reclaman su despido derivado de las medidas que ese instituto político tomó ante la merma de sus prerrogativas.
Esta tarde, integrantes del Sindicato Único de Trabajadores del PRD colocaron banderas rojinegras en el inmueble perredista, en la avenida Benjamín Franklin 84.
La dirigencia perredista atribuyó el paro a “intereses políticos” y sostuvo que “ha atendido todas y cada una de las solicitudes y, pese a ello, el denominado SUTPRD está generando acciones ilegales contra el personal que se encuentra dentro de nuestras instalaciones”.
Alegó que, como la audiencia en conciliación y arbitraje continúa, no hay un resolutivo final para ninguna de las partes.
En contraste, los trabajadores insisten en su demanda de reinstalación y cuestionaron que durante el proceso “la Junta Local de Conciliación y Arbitraje emitió un laudo fraudulento en la demanda de naturaleza económica a favor del PRD en septiembre de 2020”.
Ante ello, presentaron un amparo ante el Tribunal Colegiado en Materia Laboral, que -señalan- resolvió en su favor en abril pasado y ordenó a la junta reponer la presentación de pruebas por parte del sindicato.
“También reconoció que el contrato colectivo del sindicato es legal, así como su dirigencia y la toma de nota, desestimando así las pretensiones de la dirigencia del PRD que negaba nuestros derechos laborales, sindicales y humanos”.
A su vez, la dirigencia perredista argumentó que ha manifestado “total apertura en todos los momentos de conciliación, diálogo e interlocución y, pese a ello, la actitud negativa es reincidente, queda en evidencia que sus acciones no son de carácter jurídico, sino que obedecen a intereses políticos con la finalidad de generar el detrimento de este instituto político”.
Ofreció a los trabajadores “otorgar lo que en el marco de la ley corresponda”.