Ginebra. Encabezados por Estados Unidos, varios países solicitaron a la Organización Mundial de Salud (OMS) una investigación más profunda sobre los orígenes del Covid-19, al considerar que la primera misión a China en abordar este caso dejó más interrogantes que respuestas.
Estos llamados fueron lanzados en la 74 Asamblea Mundial de la Salud, que reúne desde el lunes a los 194 miembros de la OMS.
La primera fase del estudio se realizó a principios de año en la región de Wuhan, China, considerada cuna de la pandemia, conjuntamente por científicos internacionales y chinos, en un contexto de sospecha de falta de independencia con respecto a Pekín, acusada de obstaculizar la misión, al tardar meses en acceder a recibir a expertos extranjeros.
En teleconferencia con Ginebra, el representante de Estados Unidos, Jeremy Konyndyk, destacó la importancia de contar con “una investigación sólida, completa y dirigida por expertos sobre los orígenes de Covid-19. Es importante que preparemos la fase 2 del estudio de los orígenes para que tenga éxito. No se trata de señalar responsables”.
Otros países, incluidos Australia, Japón y Portugal, expresaron posiciones similares.
La misión de la OMS concluyó en marzo que la transmisión a humanos por un animal intermedio es una hipótesis “muy probable” y afirmaron que la tesis de un incidente de laboratorio, defendida por Donald Trump, ex presidente de Estados Unidos, sigue siendo “extremadamente improbable”.
Los expertos recomendaron continuar investigando la hipótesis principal, pero también otras, salvo la que afirma que el virus se escapó de un laboratorio en Wuhan.
Esta propuesta causó mucho revuelo. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, rectificó rápidamente y afirmó que todas las hipótesis quedan sobre la mesa, y criticó la falta de acceso a los datos chinos.
El jefe de la delegación internacional de científicos, Peter Ben Embarek, después minimizó este asunto al afirmar que en China, como en otras partes, ciertos datos no pueden compartirse por razones de privacidad, y que hizo esfuerzos en pos de una solución que permitiese tener acceso a los datos “en la fase 2 del estudio”.
“El objetivo de esta investigación no es determinar responsabilidades, sino apoyarse en la ciencia para encontrar el origen del virus y la epidemia y así ayudarnos entre todos a evitar que una catástrofe global como ésta vuelva a producirse”, señaló Konyndyk.
Su llamado tuvo el apoyo del ministro de Salud estadunidense, Xavier Becerra, quien solicitó que la fase 2 del estudio ofrezca a los expertos “la independencia necesaria para evaluar plenamente el origen del virus y los primeros días de epidemia”.
Pekín negó el lunes nuevamente que el SARS-CoV-2 haya salido de un laboratorio, luego de que informes de inteligencia estadunidense señalaran que trabajadores del Instituto de Virología de Wuhan recibieron atención medica en un hospital en 2019.
Por otra parte, la OMS consideró que es muy improbable que alguna nación pueda lograr la inmunidad colectiva o “de rebaño” y aseguró que la población mundial sigue siendo susceptible a la infección.
La farmacéutica Moderna afirmó que su vacuna sí protege a personas a partir de 12 años y espera que pronto sea aprobada en Estados Unidos para este grupo de edad.
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Una misteriosa agencia de publicidad ofreció dinero a influencers en Francia a cambio de difamar en redes sociales la vacuna de Pfizer.
Estados Unidos superó la meta de vacunar con esquema completo a más de 50 por ciento de su población adulta, unas seis semanas antes del 4 de julio, que el presidente Joe Biden fijó para una tasa de inoculación de 70 por ciento.
Por primera vez desde abril, India registró menos de 200 mil nuevos contagios en 24 horas. Mientras, Brasil rebasó 450 mil muertos, en momentos en que los epidemiólogos temen una tercera ola. Hong Kong podría tirar a la basura millones de vacunas porque se acerca su fecha de vencimiento y muy poca gente se ha inscrito para recibirlas.
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