Ciudad de México. Ninguna administración debería anticipar recibir un remanente en el futuro por parte del Banco de México (BdeM), pues esto sólo ha ocurrido en el pasado como resultado de choques negativos como crisis financieras o periodos de incertidumbre, dijo en su cuenta de Twitter Gerardo Esquivel, uno de los subgobernadores del banco central.
Por el mismo medio, Jonathan Heath, otro de los cuatro subgobernadores del instituto autónomo, hizo énfasis en que la entrega o no de remanentes de operación al gobierno federal no es resultado de una decisión que tome la junta de gobierno del BdeM, sino que depende de los estados financieros.
Lo anterior se da en un contexto en el que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha reprochado al banco central no haber entregado remanentes —ganancias cambiarias de las operaciones que realiza el BdeM—, cuando en otras administraciones sí han existido.
Este miércoles, en una explicación en su cuenta de Twitter, Esquivel destacó que sólo en siete de los últimos 17 años ha habido resultados positivos en el ejercicio anual del banco, y que los resultados más significativos han ocurrido en los cinco años en que el tipo de cambio se ha depreciado por encima de 10 por ciento: 2008, 2011, 2014, 2015 y 2016.
Destacó que la existencia de remanentes de operación es la excepción y no la regla, además de que tampoco es algo necesariamente deseable, ya que su origen suele estar asociado a depreciaciones cambiarias de magnitud significativa.
Además, explicó que el hecho de que en 2020 no haya habido remanente a pesar de la depreciación observada del peso se debe fundamentalmente a la existencia de pérdidas en años previos, las cuales ocurrieron debido a la apreciación de la moneda mexicana que ocurrió entre 2017 y 2019.
“No hay, pues, un gran misterio detrás de la existencia o no de un remanente de operación. Por lo mismo, ninguna administración debería anticipar recibir un remanente en el futuro. Esto sólo ha ocurrido en el pasado como resultado de choques negativos como la crisis financiera de 2008-09 o el aumento en la incertidumbre de 2014-16, por el factor Donald Trump y el riesgo del TLC.
Por su parte, Heath explicó que en 2020 hubo fluctuaciones en el tipo de cambio que ocasionaron variaciones significativas en los resultados contables y en las reservas de capital del BdeM.
Además, recordó que al 30 de abril del año pasado el dólar se ubicó en 23.9283 pesos, con lo que las reservas incrementaron a 918 mil 279 millones de pesos.
“Si el año hubiera terminado el 30 de abril, el remanente entregable al gobierno hubiera sido en exceso de 400 mil millones de pesos. No obstante, el tipo de cambio registró una apreciación significativa en el resto del año, alcanzando un valor de 19.9087 al 31 de diciembre”, destacó el subgobernador.
Heath también destacó que gracias a que el tipo de cambio no aumentó, el gobierno terminó ganando más que si se le hubiera entregado un remanente, pues eso impidió que la deuda pública se incrementara sustancialmente.