París. Un hombre de 58 años ciego a causa de una enfermedad genética degenerativa recuperó parcialmente la vista gracias a una técnica innovadora optogenética y a la estimulación lumínica.
Es la primera vez que esa técnica permite obtener una recuperación parcial de la función visual, afirman los investigadores que desarrollaron este ensayo clínico, que asocia equipos franceses, suizos y estadunidenses.
El paciente que participó en el estudio está afectado por retinopatía pigmentaria, enfermedad genética degenerativa que provoca la destrucción de las células fotorreceptoras de la retina, causando la pérdida progresiva de la visión que evoluciona generalmente hacia la ceguera.
Cuando antes sólo podía percibir la presencia de la luz, la terapia le facilitó localizar y tocar objetos, según el estudio, publicado el lunes por la revista Nature Medicine.
En la visión normal, los fotorreceptores de la retina utilizan proteínas que pueden reaccionar a la energía lumínica, las opsinas, que suministran informaciones visuales al cerebro a través del nervio óptico.
Sensibilidad a la luz
A fin de restaurar la sensibilidad a la luz, al paciente se le inyectó el gen codificador para una de esas proteínas, llamada ChrimsonR, que detecta la luz ambarina, describe el estudio.
Cerca de cinco meses después de haber recibido la inyección, con la finalidad de dar tiempo a su organismo para producir esta proteína en cantidad suficiente, efectuó diferentes ejercicios, equipado de gafas específicas dotadas con una cámara.
Concebidas por los investigadores, esas gafas facilitan proyectar imágenes de color ámbar sobre la retina del paciente.
“Siete meses después, el paciente comenzó a registrar signos de mejoría visual”, señalan en un comunicado el Instituto de la Visión (Universidad de la Sorbona, Instituto Nacional de Investigación en Salud y Medicina, así como el Centro Nacional para la Investigación Científica) y el hospital parisino Quinze-Vingts, especializado en oftalmología.
“Con la ayuda de las gafas, puede ahora localizar, contar y tocar objetos”, agrega.
La retinopatía pigmentaria afecta a una de cada 3 mil 500 personas, según la base de datos Orphanet, y puede comenzar a cualquier edad, con una frecuencia de aparición mayor entre los 10 y 30 años.