Ciudad de México. El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, exaltó el “enorme poder transformador y estratégico” de la docencia y la educación al transmitir conocimientos, actitudes y habilidades y puso al benemérito Benito Juárez como ejemplo de sus frutos.
Al recibir del Congreso de la Ciudad de México la Medalla al Mérito Docente “Profesor José Santos Valdés”, en la categoría de Educación Superior, dirigió un mensaje al pleno a nombre de los 34 docentes que recibieron el reconocimiento en el que reconoció y agradeció a los más de dos millones “de maestras y maestros en todo los niveles y rincones del país, por haberse mantenido firmes y solidarios con sus estudiantes cumpliendo con sus responsabilidades y en circunstancias inéditas y en muchas ocasiones desfavorables”.
En sesión solemne para la entrega de la medalla se dedicó un minuto de silencio a todas las personas trabajadoras de la educación que fallecieron a consecuencia del Covid-19, como el académico de la Facultad de Derecho de la UNAM, Carlos Juan Manuel Daza Gómez, a quien se entregó la medalla en forma póstuma.
La maestra Nora Martha Contreras Callejas, reconocida dentro de la categoría de Educación Primaria, advirtió que la pandemia no sólo interrumpió un proceso de cambio que inició tras “la derrota electoral de los neoliberales” y su reforma educativa, “que en realidad fue una reforma laboral que llevó al ataque y la persecución del magisterio”, sino que profundizó las desigualdades educativas en los hogares del país.
“De un día para otro vivimos en la incertidumbre, mantener la comunicación con nuestros alumnos mediante la educación a distancia con nuestro teléfono, nuestra computadora, pagando nuestro internet no ha sido tarea fácil”, dijo y advirtió que el anunciado regreso a clases tras más de un año de confinamiento, sin indicaciones claras, materiales ni mantenimiento en los planteles, “no hace la tarea fácil” y llamó al legislativo a mantenerse vigilante hacer un mayor esfuerzo “ante la falta de recursos y de autoridades poco comprometidas con la educación”.
En su mensaje, el rector de la UNAM sostuvo que la esencia de la enseñanza es transmitir conocimientos, actitudes y habilidades “a quienes las demanden sin esperar por ello un fruto tangible o inmediato. A veces el maestro siembra en tierras agrestes y otras en tierras muy fértiles y la semilla, finalmente en alguno de estos dos casos, germinará”.
Pidió a los legisladores pensar en Benito Juárez, “cuyo nombre encabeza (en letras de oro) uno de los muros de este hermoso recinto”, de niño, en Guelatao, aprendiendo sus primeros vocablos en español de su tío Bernardino y posteriormente de camino a la ciudad de Oaxaca, para encontrarse con su hermana Josefa, y llegar después a la imprenta del padre Antonio Salanueva, convertido en su mentor.
“No fue esta primera fase una educación formal pues ni el tío de Benito ni el padre Salanueva hubieran imaginado siquiera lo que sus enseñanzas fructificaron en Juárez. Ellos le ayudaron a desarrollar sus inmensas capacidades para defender nuestra nación, dirigirla y transformarla. Sin esas enseñanzas, sencillas y desinteresadas, el potencial de Juárez no se habría desarrollado y México no sería lo que actualmente es”, señaló.
Graue Wiechers añadió que acudió a recibir el reconocimiento en calidad de rector de la UNAM, “la casa de miles de docentes apasionados por la transmisión de sus saberes y por la transformación de nuestro país hacia un camino de mayor igualdad”.
El legislativo, entregó la medalla a dos docentes en la categoría de educación inicial o preescolar, cuatro en primaria, cinco en secundaria, 7 en media superior, 12 en superior, tres en posgrado y una de forma póstuma.